‘Epson Challenge TOP Ventas 2018’, un evento bajo las estrellas
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La ‘Ciudad de las Estrellas’, el destino secreto. Poco antes de las fechas del viaje descubrieron que el destino final era la “Ciudad de las Estrellas” situado muy cerca de Moscú. Unas instalaciones únicas, donde se preparan los astronautas para los vuelos orbitales, el mayor centro de entrenamiento del mundo. “El claim era “las estrellas sois vosotros”, a partir de este mensaje se ejecutó todo el tema de la comunicación y el objetivo era estar más cerca de las estrellas, conociendo “la ciudad de las estrellas” en Moscú, hablando con los astronautas (las personas que han estado más cerca de las estrellas), cenando en el restaurante más alto de Europa (el restaurante más cercano a las estrellas)”, nos señala Vicens Roig.
Además Los especialistas del Centro de Entrenamiento de Cosmonautas Gagarin (GCTC) compartieron sus conocimientos y experiencias con los participantes de esta iniciativa de reconocimiento, que además tuvieron la oportunidad de conocer las pruebas que se realizan, como el simulador de las condiciones de ingravidez o conocer cómo viven durante sus estancias en el espacio.
Programa espacial durante cuatro días. El programa del viaje se inspiró en la Rusia de la época de la guerra fría y de la carrera por conquistar el espacio. “Buscábamos un destino que fuera lo suficientemente cómodo para evitar largos desplazamientos y aprovechar el tirón del mundial de futbol”, nos asegura Vicens Roig. En todo momento, estos hechos fueron los elementos protagonistas que ambientaron el viaje. Además de la vivencia en la Ciudad de las Estrellas, con los astronautas, se realizaron diversas experiencias con la finalidad de seguir con el hilo conductor. Cenaron en el restaurante Russky, situado en la planta 84 del edificio Oko (el restaurante más alto de Europa) y para el grupo era el restaurante más cercano a las estrellas: un almuerzo en una sala privada del Bunker Taganta 42, uno de los mayores secretos del ejercito de la URSS donde se albergan auténticas reliquias de la guerra fría, y por supuesto no podían faltar los traslados en coches “Volga” de los años 50.
La sorpresa final fue la presencia del presidente de Epson Europe quién acompañó al grupo durante la cena de gala en un salón privado del prestigioso restaurante Turandot. Antes de regresar, tuvieron la oportunidad de conocer las famosas estaciones de metro de Moscú, la Plaza Roja, el majestuoso Kremlin y la catedral de San Basilio donde un coro cantó en exclusiva para el grupo, actuación que produjo gran emoción a todos los asistentes.
¿Quién no ha tenido el sueño de la infancia de subir al espacio y estar más cerca de las estrellas? Epson reconoció de esta forma tan original el compromiso y esfuerzo de sus distribuidores.