El stand de Vodafone en el MWC 2024 que se inspiró en una leyenda
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Vodafone quería mostrar durante el MWC el impacto de su tecnología en la vida de la gente. Bajo el lema Progress Through Technology la idea era transmitir la capacidad de la tecnología para reducir la brecha social y económica, de contribuir a la integración e igualdad de oportunidades y al progreso de comunidades en todo el planeta.
Este era el primer objetivo que la compañía planteó a Flash a la hora de diseñar la presencia de la marca durante el Mobile. El otro factor determinante era tener una presencia impactante, lo que supuso un desafío teniendo en cuenta el elevado nivel tanto conceptual, como estético, de las numerosas propuestas que se reunieron en un mismo espacio con el mismo objetivo.
Inspirado en la leyenda del hilo rojo
Flash se propuso dotar al stand de una narrativa propia que reflejara el objetivo de Vodafone en el MWC y que partía del propósito de la compañía: unir la tecnología al espíritu humano para conseguir un mundo mejor para todos.
En su propuesta buscaron inspiración en la leyenda oriental del hilo rojo, según la cual un anciano que vive en la luna cada noche busca a los recién nacidos a los que ata un hilo rojo de forma que en algún momento de sus vidas puedan encontrarse. El hilo es un guía que ayudaría a las personas a encontrar el amor de su vida porque el hilo se puede estirar, pero no romperse.
Con esta idea de conexión interpersonal entre los miles de asistentes a la feria procedentes de todas partes del mundo, el stand debía mostrarse como ese punto de encuentro, como el hilo rojo que une a las personas.
Para trasladar esta narrativa al diseño de esta arquitectura efímera se creó una gran cinta roja que recorría todo el stand y de forma orgánica comunicaba los distintos espacios de demos, exposición y reunión para elevarse sirviendo de umbral y paraguas a todas las personas que acudieron durante la feria. Bajar este concepto a terreno fue todo un desafío de construcción debido al diseño orgánico que debía respirar tanto la enorme cinta roja que servía de elemento común, como el resto de los espacios de encuentro.