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El Mercedes Clase A marca el ritmo de su propio evento de presentación
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La agencia Hunters of the City fue la encargada de montar la presentación para 1.000 personas, personalidades y clientes de los concesionarios Cars Barcelona y Autolica que acudieron al barcelonés Sutton Club. Más allá de una fiesta de presentación donde conocer el nuevo vehículo, había que transmitir ese giro hacia un público más joven, una aire más desenfadado y transgresor con el que se quiere identificar la Clase A de Mercedes. Te contamos cómo el evento recogió estos nuevos aires millennials.
Lo primero, nada más llegar y, además poco habitual: delante de la puerta del Sutton dos lonas escondían el nuevo Mercedes, con lo que todo indicaba un doble reveal; uno dentro de la sala, pero también en la calle. AL final mucha gente a lo largo de la noche salía a fumar y así seguía teniendo presente el vehículo. Y, por supuesto, un reclamo para todos los transeúntes que pasaban por la calle y veían los vehículos.
En el interior el cóctel-cena precedió a el espectáculo de Music Has No Limits, quienes intercalaron sus performances con violines, sintetizadores y su mezcla de temas clásicos y rock alrededor de los coches ocultos en la parte central de la sala. Las intérpretes de Music Has No Limits intercalaban sus perfomances alrededor de los dos vehículos cubiertos para acabar, en el momento álgido de la actuación, realizando el reveal bajo una lluvia de confetti.
El salto tecnológico que ha dado Mercedes con este vehículo para acercarse al público más joven -el coche cuenta con asistente por voz y un sistema de interacción con el conductor capaz de ajustar la conducción y otros dispositivos del vehículo a las preferencias del conductor- también tuvo su momento en el evento. En este caso, se integró al Clase A en la propia performance cuando la DJ interactuaba en directo durante su sesión con el sistema de inteligencia artificial del vehículo. Así los asistentes podían ver la capacidad de respuesta del nuevo modelo.
A ritmo de música la fiesta continuaba con los vehículos con sus puertas abiertas, invitando a los asistentes a sentarse y probar la tecnología del coche, trastear con sus pantallas, y, claro, seguir “hablando” con él.
