El Hotel Princesa Sofía promete
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Esta nueva estrategia consta de tres líneas: el huésped directo (Happy Making Moments), el de CCI (Happy Making Events) y el personal de la cadena (Happy Making People).
Las diferentes etapas de la vida, a través de los sentidos, fue el tema central de la fiesta, y para ello dividieron su salón Gaudí en tres zonas: la dedicada a la niñez, la de la adolescencia y la de la madurez, en la que el público tuvo que agudizar su gusto, oído y olfato.
En la primera área, los invitados fueron trasladados a su infancia con canciones como Don´t worry, be happy y el sabor dulce de las nubes de algodón. En la segunda, la pasión y alegría de la juventud se materializaron con toques vanguardistas que evocaron a los tiempos más transgresores. En la última, el vino devolvió la madurez a los presentes. La vista se pudo cultivar con una decoración moderna basada en juegos de luces de ambientación, complementados con un mobiliario contemporáneo y elementos lúdicos que permitían interactuar a los invitados.
El punto álgido (y dulce) lo puso el pastelero y chocolatero Oriol Balaguer quien ofreció un show cooking en directo con sus últimas creaciones en bombones.
Esta Happy Making Party contó con la presencia de unas 200 personas. Una manera original y amena de posicionarse en el segmento MICE.