Desgranando el evento de celebración de la Champions

Un evento que son tres en uno: la retransmisión del partido en directo para que los aficionados que acuden al Bernabéu sigan la final que se desarrolla en Cardiff; la celebración y bienvenida al equipo en Cibeles junto con la celebración oficial del Club al día siguiente, de nuevo en el estadio. 

La agencia internamente divide el proyecto en tres sub-proyectos: retransmisión, Cibeles y celebración. Cada uno se gestiona de manera independiente en términos de producción y cuenta con interlocutores y proveedores diferentes. Por ejemplo, la celebración en Cibeles tiene una gran carga de gestiones administrativas que se coordinan a través de la oficina de actos públicos. Esta oficina gestiona todos aquellos servicios (limpieza, movilidad, protección civil, policía, etc.) que afectan a las tres juntas municipales implicadas (Centro, Retiro y Salamanca). 

Un reto de coordinación y de optimización de producción

El evento arranca con la retransmisión en el Bernabéu, pero implica una preparación simultánea del evento en Cibeles para una posible celebración si ocurre la victoria. A su vez, tras la retransmisión arranca el montaje de la celebración del domingo con los jugadores en el estadio. En el momento en el que el último aficionado sale del estadio, todoel staff se pone a trabajar en la celebración oficial del Club, que tendrá lugar el domingo en el Bernabéu. Aquí el mayor reto es el tiempo. En todo momento hay que trabajar optimizando la producción, porque las horas son mínimas. Además, al tratarse de un evento nocturno, las horas para los ensayos (durante la noche) son mínimas porque en el momento en el que sale el sol se acaba el tiempo útil para determinados trabajos. 

Hay una serie de temas funcionales, pero no menos importantes, como es la limpieza del estadio después de que hayan estado en él cerca de 80.000 personas. Los servicios de limpieza disponen de 18 horas para desarrollar un trabajo que habitualmente les supone tres días. Para realizar los trabajos de limpieza se necesita tener toda la iluminación del estadio encendida, y la agencia para seguir con el montaje también necesita luz, pero al mismo tiempo, para ir probando determinados efectos necesita oscuridad. Hay que “repartirse” los minutos de una forma muy precisa para que todo el mundo pueda realizar su trabajo, siempre desde la colaboración y el respeto entre los implicados. Esto supone un trabajo previo de análisis y planificación muy minucioso, ya que se juntarán entre 300 y 500 personas trabajando en el estadio (entre personal del club y de la agencia) de manera simultánea. La coordinación es clave; una desviación de lo previsto provocaría una pérdida de tiempo que no se tiene. 

Retransmisión del partido 

Este año, la gran novedad se pudo apreciar en la distribución de las pantallas del centro del campo. El cubo del año pasado se pasó a un planteamiento de ocho pantallas gigantes led de alta definición. Mediante esta formación y con una ligera inclinación de las pantallas, se optimizó la visibilidad del partido desde cualquier punto del estadio. 

Para la instalación de la estructura en el Bernabéu, hubo que considerar varios hándicaps a la hora del montaje, como es el hecho de convivir con otros eventos celebrados en el estadio, o tener muy en cuenta el césped. Hay que prestar atención al tema de las cargas en el césped: el campo tiene un sistema de drenaje y de calefacción interior que limita la carga que puede soportar. Hay que repartir minuciosamente el peso de toda la estructura metálica y de audiovisuales, ya que todo este material es muy pesado.

Para “tirar” el cableado al interior del cubo se crea un pasillo de trabajo por el que el personal entra y sale de él. Este pasillo hay que cambiarlo de posición dos veces al día

y dos veces por la noche para que el césped respire, para que le dé la luz y lo puedan regar. También hay que tener en cuenta que los cables desprenden calor y para evitar que esto afecte, se montan en altura mediante unas estructuras, que también hay que cambiar de posición para no marcar el campo.

Para afectar lo menos posible, la fase final del montaje se realiza en el último momento, el mismo sábado por la mañana, para que al césped le dé la luz el mayor tiempo posible. Es importante tener esto en cuenta a la hora de diseñar la estructura y pensar en cómo construirla con el menor número de piezas posible, pero con las garantías necesarias para aguantar el peso de las pantallas de led que se colocan en ella. 

Celebración en Cibeles 

En Cibeles se instaló la ya tradicional pasarela 360º entorno a la fuente, de modo que los jugadores pudieron dar la vuelta de honor y ofrecer la copa a la afición allí congregada. Además, una rampa de acceso llegaba hasta la misma diosa, para que los capitanes del equipo pudieran engalanarla con la bufanda y la bandera madridistas. 

Para animar la espera de la afición hasta la llegada de los jugadores a Cibeles, también se instaló un escenario desde donde Dj Pulpo hizo bailar y disfrutar al público, mientras alternaba cánticos de celebración. Finalmente, los jugadores llegaron a la plaza en un autobús descapotable especialmente decorado para la celebración. 

Celebración en el Bernabéu 

El autobús con los jugadores tuvo su última parada en el estadio donde esperaba la fiesta final. Con Miki Nadal como maestro de ceremonias, se recordaron las 11 Champions anteriores en un espectáculo audiovisual que combinaba las pantallas led, con un mapping de más de 1500m2 y una coreografía de iluminación a base de móviles. Tras el espectáculo inicial, los jugadores fueron haciendo aparición uno a uno, sobre una pasarela led y escoltados por cañones de luz y FX. 

La guinda la puso un espectáculo pirotécnico que coloreó el cielo de Madrid con cientos de fuegos artificiales, tras los cuales se puso punto final a la fiesta con la vuelta de honor de los jugadores y familiares, ofreciendo la copa a toda la afición madridista. 

La pirotecnia es uno de los momentos críticos de esta celebración. Para conseguir que todo el estadio quede envuelto en un estallido de alegría e ilusión, hay que manejar casi 500 kg de explosivos, lo que supone seguir unos protocolos de actuación de acuerdo con la legislación vigente y las medidas de seguridad necesarias.

A esto se le suma que la pirotécnica se trabaja desde la cubierta del estadio donde hay que tener en cuenta determinados aspectos como que solo se puede trabajar de día, considerar la velocidad de viento para poder trabajar ahí arriba, y siempre teniendo en cuenta las viviendas cercanas y una gasolinera que hay en las inmediaciones del estadio.

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