Desalia cambia el Caribe para surcar las aguas del Mediterráneo a bordo de un crucero
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De esta forma hubo que trasladar el ambiente y la fiesta que otros años han tomado la playa de Cabeza de Toro a la cubierta del buque montando un festival con 80.000 vatios de sonido repartidos en 3 escenarios, 120.000 vatios de iluminación y más de 80 m2 de pantallas led. Junto con el montaje técnico que transformó la cubierta, el buque de Pullmantur se personalizó con el espíritu Desalia en muchos de sus espacios. Por ejemplo, ya en la terminal de embarque los pasajeros pasaban por un photocall 3D con tentáculos para inmortalizar su llegada al barco. Los ascensores, cristaleras de cubierta a piscina y las puertas de los 750 camarotes también se customizaron con el branding de Desalia. Y además cada asistente recibía un welcome pack con un kit para disfrutar del evento junto con un diario de abordo con la programación de cada jornada.
Además del reto técnico y logístico de producir un festival así en un barco, el desafío era mantener la experiencia aspiracional y atractiva que era viajar al Caribe para disfrutar de una semana de festival en esta edición a bordo de un crucero. Por ello no faltaron las fiestas y puestas de sol sobre la cubierta disfrutando de artistas como Juan Magán o Dorian con performances inspiradas en el mundo marino, animaciones con formas de sirena, calamres, caballitos de mar, etc.
Además al no pisar tierra y estar concentrados en el buque, se cuidó especialmente la programación paralela de actividades también a lo largo del día para mantener entretenidos a los pasajeros durante todo el crucero más allá de las fiestas y las actuaciones del festival.
Por ejemplo, por las mañanas se llevaban los retos “Desalia Challenge”, con pruebas como un talent show donde podían mostrar sus habilidades bailando, cantando o haciendo acrobacias; una competición de mojitos por equipos que acabó con una degustación o una gymkana que recorrió cada una de las doce cubiertas del barco para completar las pruebas.
Rumbo a la fiesta
Nada más zarpar del puerto de Málaga rumbo a Ibiza, la piscina del barco se convirtió en una fiesta de bienvenida con la actuación de distintos djs e influencers, barra libre de mojitos para todos los invitados y las sirenas del barco sonando y haciendo vibrar a los pasajeros.
Cada día se daban fiestas temáticas en diversas localizaciones del buque como las cubiertas o su teatro: una noche caribeña en la fiesta Rebel Bingo; la Desalia in Love (con petición de mano y “Sí, Quiero” incluido) con una divertida kiss cam y una capilla estilo Las Vegas donde poder decir que “lo que pasa en Desalia se queda en Desalia”. La velada cumbre del viaje fue Noche Desalia, que frente a las costas de Ibiza y bajo la luna los pasajeros bailaron en cubierta con el blanco ibicenco como dress code
Hubo lugar también para una Desalia Comedy Club con la actuación de monologuistas que terminó con una fiesta de disfraces de aire surrealista. Y como no podía ser de otra manera, la última noche celebraron la gran fiesta de despedida en la que todos los invitados vistieron sus mejores galas y pudieron hacerse la foto con el Capitán.
¿Y cómo ejemplo de evento generador de contenido? Entre animaciones, concursos en la piscina y fiestas nocturnas hubo tiempo de grabar a bordo la película de Desalia con Ernesto Sevilla, Maxi Iglesias o Nicolás Coronado como recuerdo conmemorativo de esta décima edición del evento.
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