Departamento de envíos extraordinarios de Correos, los premios de Glow y Arena Media
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Glow llenó de magia la pasada Navidad en Sol con la excusa del 300º aniversario de Correos y de la alcaldía de Carlos III. En este evento gratuito que duró un mes, se creó para los niños el Departamento de Envíos Extraordinarios de Correos, una especie de fábrica de sorpresas que abría por primera vez en 300 años. Los niños iniciaban un recorrido con cinco temáticas, como el ‘Detector de niños buenos’, ‘La Nariz Maestra’ que les ayudaba a escoger el mejor aroma para sus deseos o el hada que conseguía hacer volar sus cartas hasta la Gran Cúpula de los Deseos, adonde acudían los niños acompañados por unos elfos para nadar en el ‘río’ de las cartas de los deseos.
Glow llegó a procesar más de 160.000 cartas y a gestionar más de 20.000 visitantes. Prácticamente todas las cadenas de televisión se hicieron eco del evento, al igual que las principales cabeceras de prensa.
Fue un evento mágico que transformó el enorme edificio de Postas en una oficina de Correos extraordinaria donde en Navidad cientos de niños madrileños dejaron sus cartas de los desearon. Para crear una ficción muy real se decoraron 300m de espacio dividido en seis salas de diferentes temáticas a las que se entraba por una biblioteca donde se había creado un dispositivo de reconocimiento de manos.
La primera sala con estilo de cuento navideño steampunk con mecanismos, regalos y tuberías. La iluminación era básica, ya que ayudaba a introducirse visualmente en el cuento y guiaba a los niños que llegaban a la sala de los deseos a través de una puerta secreta escondida tras una estantería, en la que unas manos mecanizadas escribían los deseos que recibían de bolas mágicas a través de unas plumas gigantes. En la tercera parte del cuento los niños debían descubrir el aroma especial para su carta en una sala recubierta de papel de regalo y decorada con perfumeros y relojes. Una cinta transportadora que funcionaba con una manivela llevaban las cartas hasta la guarida de la Prensa Troll, en la que instalaron una enorme prensa hidráulica antigua donde los niños sellaban sus cartas y pasaban a la casa de la hada, la más mágica: muy iluminada, con ventanas de marcos dorados y una tubería gigante de vacío que absorbía las cartas hacia arriba, a la sala más grande en donde cuatro módulos en la pared hacían de cascadas de cartas que terminaban en un rio que podría verse a través de tres grandes cristales en el suelo.
Al final de camino, Papa Noel les esperaba en una espacio repleto de regalos que iba trayendo una larga cinta transportadora por encima de sus cabezas. Tras la odisea, llegaban al Jardín secreto repleto de abetos navideños y con una Gran cúpula, simulando una bola de cristal de nieve, dentro de la que había un gran logo de Correos.
La Real Casa de Postas y la anexa Real Casa de Correos donde se desarrolló el evento está en pleno centro de Madrid. Se trata de un edificio de estilo neoclásico originalmente destinado al recambio y descanso de los caballos de postas. Más tarde se construyó detrás el edificio destinado a Correos, en la parte meridional de la Puerta del Sol, que actualmente es la sede de la presidencia de la Comunidad de Madrid. Característicos por sus grandes patios, fue en uno de ellos donde se instalaron el Jardín secreto con los 25 abetos y la enorme snowball con el logo de Correos dentro.