Cómo un evento de referencia mundial se ha reinventado
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El cliente era el GIFAS (el grupo de industrias aeronáuticas y espaciales), que creó esta edición del salón del Bourget en un momento clave en la vida del sector aeronáutico; una mezcla de B2B (donde los Boeing y Airbus se compran como churros) y de público final, incluyendo espectáculos y shows aéreos. Los organizadores pidieron un estudio para definir cómo seguir siendo un evento líder a nivel mundial. El estudio desveló tres ejes de trabajo: la digitalización (especialmente para ayudar a crear interacción), la teatralización y el hecho de ofrecer un evento más experiencial. El resultado de este triple objetivo ha sido el París Air Lab, un evento dentro del evento para el cual Hopscotch transformó un hall de 3.000m² en un lugar inspirador donde los visitantes podían descubrir y experimentar las innovaciones del sector y entender su impacto en la economía y la sociedad. Carla de Oliveira, directriz general de la agencia, nos comenta este evento.
Tras entrar por un hall que incluye dos míticos aviones Concorde expuestos, los participantes pasaban por una ‘zona de embarque hacia el futuro’: una zona variada donde todos los expositores grandes de la feria estuvieron presentes en compañía de un centenar de startups, mostrando una industria llena de dinamismo. Algunos componentes de la experiencia:
- Seis ‘experimental gates’ para vivir experiencias de realidad virtual
- Un showroom sobre vehículos del futuro
- Una expo ‘La tierra vista desde el espacio’
- 12 islas temáticas dedicadas a la innovación colaborativa entre grandes grupos y startups
- Muchas demostraciones y experiencias inmersivas por las startups del sector, como el Flying Bird…
La agencia creó rutas temáticas, ofreciendo así una forma muy diferente, coherente e inspiradora de vivir el salón. ¿Ejemplos? Los participantes podían seguir un recorrido espacial, otro aeronáutico, uno de defensa, uno numérico…
Pero lo más importante del evento no fue tanto la forma como todo el contenido. Se expusieron proyectos colaborativos en torno al cielo. Los visitantes pudieron vivir el mundo espacial de mañana, vía varias conferencias. La mezcla de ciencias está a la orden del día, así que las sesiones combinaron por ejemplo un astronauta con un sociólogo, un filósofo con un diseñador. Los contenidos eran diferentes entre semana (profesionales) y fin de semana (gran público). El evento comprendía así un programa de conferencias en un formato fresco, desde pitches por startups hasta ‘Battle conferences’ donde dos especialistas defendían puntos de vista diferentes. Intervinieron varias autoridades del mundo del cielo e incluso especialistas de ciencia ficción.
Hopscotch quería así “crear un evento dentro del evento, que ayudó a diseñar contenido para un público tradicionalmente no asistente”. Para ello la generación del contenido ha sido esencial (“hace tiempo que consideramos que el evento es un gran generador de contenidos” nos comenta la agencia): de hecho, implicaron a una Youtuber que hace vídeos de explicación de innovación, para que ayudara a crear contenidos. La red social de referencia fue Twitter (que confirma su gran adecuación a los eventos).
A nivel de repercusión, se publicaron más de 50 artículos de prensa, y más de 4.000 tweets. El evento fue difundido por streaming y livetweet durante toda la semana. Y fue un éxito, con 50.000 visitantes.
Varios aprendizajes: la necesidad de reinventar incluso los eventos más exitosos, el poder del contenido en eventos, el interés de mezclar grandes y pequeñas empresas, o científicos de disciplinas diferentes, y el atractivo de ofrecer nuevos formatos de charlas. ¡Un concentrado de innovación!