Cómo un destino puede decidir el lema de una conferencia
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Como nos comenta Eva, cada conferencia EMEC tiene su leitmotiv, su eslogan. En Copenhague fue el meeting design, por ejemplo, la especialidad de los daneses junto con el muy trendy concepto de hygge (algo como cálido, confortable, relajado, cosy con un toque feliz). Para Granada, “queríamos que fueran los valores humanos, las tradiciones, nuestra forma de vivir y ser, la magia del destino, la mezcla de culturas de Granada” nos cuenta Eva. ¿Cómo les convenció? Todo un ejercicio de convencer por la práctica.
“Me pidieron la primera reunión de definición de la conferencia en el palacio de congresos, pero argumenté que estaba lleno para así poder llevarles al Cuarto Real, uno de los edificios más antiguos de Granada. Querían un almuerzo en media hora con sándwiches, pero les organicé una de hora y media con cervecita. El host committee es gente muy pragmática (de EEUU, UK, Francia), que ven negocio y placer como muy separados. Pero les quería hacer experimentar nuestra forma de vivir, y de trabajar en un entorno humanamente agradable, relajado. Durante cuatro días trabajamos mucho, utilizando el modelo canvas”. Y llegó el debrief de la reunión, pero todavía costaba andaluzar la experiencia… “El primer debrief hubiera podido ser de una conferencia en cualquier congreso del mundo, no era de ‘mi EMEC’. Pero cuando todo empezó a concretarse un poco tarde, conseguimos convencer del valor de esta conferencia muy humana. Y propusimos incluso que fuera el lema de la conferencia “the human side of meetings”.
¿Qué quería ofrecer? “Nuestra personalidad andaluza, el aspecto humano, el duende la magia del destino, nuestra forma de vivir. Se trata de disfrutar, de enamorarse, de descolocar la gente (algo muy importante en este tipo de conferencia donde se pretende impulsar el cambio en los asistentes), de reír, de emocionarse, aunque haya que trabajar mucho”. Y aquí vemos una tendencia muy actual en eventos: la ‘localización’ de la experiencia, el hecho de ir a experimentar el destino. Resultado: la parte poética, el duende, estuvieron muy presentes, desde la gráfica de la conferencia hasta la forma de hablar del moderador, Sean Blair, y hasta el espectáculo de flamenco de introducción de la conferencia. En este espectáculo que implicó a los asistentes para ponerles desde el inicio en el ambiente andaluz, se dio castañuelas a todos los asistentes y pusieron el ritmo de la pieza. “Y funcionó: se ve en los comentarios de los asistentes, el hecho de que se quedaron mucho más allá del horario previsto en el welcome dinner o en Rendez Vous”, nos comenta Eva.
El welcome dinner fue todo un momento de conexión con la cultura andaluza: “dijimos a los artistas que se mezclaran, que tocaran cuando les parecía bien en el flow del evento, que hicieran bailar la gente. Ser espontánea era muy importante, más que seguir un guión demasiado cerrado”. Otro puntazo fue el hecho de que el host committee vistiera de forma tradicional andaluza.
Y claro está, se les hizo visitar el destino, desde una visita privada de la Alhambra la primera noche hasta una gimkhana por Albaicín, cena en un cortijo, y ruta de tapas. Se pretendía que todo fuera la experiencia. La comida, selección de productos, todos de Granada, los vinos, aceites. Perfiles de ponentes muy humanos también. Esto era parte del programa científico. La Alhambra también tenía que estar, y por esto se hizo una visita privada en la primera noche.
Una conferencia muy importante en Europa, como vimos aquí, pero también un case study de cómo un destino puede imprimir su marca en un evento profesional, hasta dictar el lema del mismo evento.