Casa Florette, un huerto urbano con gastronomía vegttail y música de campo en el centro de Madrid
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Un homenaje a los agricultores
La calle Antonio Maura se ha convertido por unas horas en una casa de campo conquistada por 2.500 lechugas (una por cada empleado de Florette en España) y vegetales de sus huertos de proximidad, donde se ha podido experimentar el espíritu agricultor a través de conversaciones y entrevistas, música, datos y personas, y con el colofón de una degustación gastronómica original. En una segunda intervención, tomaron el escenario Noelia Vivancos y Damián Navarro (del equipo agrícola de Florette). Como presente y futuro del campo español, explicaron cómo se trabaja en los huertos de proximidad de la marca.
Florettepedia, palabras que nacen del campo
El ingrediente cultural de la cita ha sido la presentación oficial del proyecto Florettepedia, el glosario colaborativo de palabras del campo en peligro de extinción o de reciente creación que Florette ha puesto en marcha en colaboración con la Universidad de Navarra, para mantener tan vivo como los huertos, el lenguaje del campo que no debería perderse y es patrimonio de todos.
Concierto rima con «huerto«
Fetén Fetén ha sido el encargado de emocionar a la audiencia, interpretando la música del campo, piezas y rogativas, con originales instrumentos creados con aperos de labranza y utensilios de cocina: un viaje musical de la tierra al mantel. El huerto quedaba representado por una criba, un rastrillo flauta, una gaita con tubo de riego, una regadera tambor, un azadón, o una pala convertida en guitarra eléctrica. Y en la casa, la cocina la interpretaron con sartenes, cucharas, un almirez, una lata de pimentón o legumbres, entre otros.
Comerse y beberse el huerto
Como colofón del encuentro se realizó una degustación y maridaje de platos y vegttails “del huerto a casa” que ha permitido a los asistentes saborear el campo. Miren Aierbe, asesora culinaria y nutricional de Florette, y Mario Soriano, creativo gastronómico de Estudio Gourmetillo, diseñaron un menú para comerse y beberse el huerto, bajo la filosofía 0% desperdicio alimentario, basado en cócteles del huerto con técnicas y bocados frescos y sorprendentes como un ceviche de espárragos verdes con pesto de berros; un taco de espinacas y salmón con vegetales frescos o un milhojas de rúcula con couluis de remolacha o unos quesos para dipear de remolacha y rúcula. El toque final lo ponían unos bombones cremosos de chocolate blanco y espinaca.
La degustación del huerto ha consistido en tres platos del huerto a casa y tres “veggtails” que surgen de la tendencia de cócteles vegetales, inspirados en la mixología internacional con el uso del nitrógeno para crear texturas muy experienciales y degustar la rúcula, las lechugas o los brotes de espinacas de forma líquida, espumosa o en volátiles burbujas.
Y el encuentro no terminaba ahí, sino que por la tarde el pase abierto al público general ha sido un éxito que había agotado entradas de eventbrite en media hora. Los afortunados han podido disfrutar del concierto y una cata de los “vegttails” con toda la frescura del huerto.
Compromiso Florette
Como cierre de una cita que se ha planteado alineada con las políticas de sostenibilidad, toda la decoración de lechugas vivas del evento ha sido recogida por la Fundación Alberto y Elena Cortina, para su recuperación y posterior uso alimentario a través de su Econosolidario, un nuevo concepto de supermercado para familias en situación de vulnerabilidad.