Brazos robotizados para la Asamblea General de Eurocaja Rural

Y más allá de quedarse en un despliegue tecnológico con el que sorprender a los asistentes, la innovación debe responder al mensaje principal que se quiere transmitir durante la Asamblea. En la edición de este año, la entidad estaba inmersa en un proceso de cambio de marca y de mayor visibilidad a nivel nacional. La Asamblea General debía respirar innovación y proyectarse como una entidad que ha integrado la transformación digital en sus procesos. Para ello, el equipo de producción de Dissimility, tiempo antes de la preparación de la propuesta al cliente, se puso a investigar con diversos proveedores para probar distintas tecnologías y su viabilidad en un evento de este tipo. Y es aquí cuando entran en escena los brazos industriales mecanizados. Un elemento más propio de entornos industriales, con una carga potente de tecnología, control, precisión e innovación que enlazaba muy bien con la idea de digitalización y tecnología aplicada a los procesos que quería transmitir Eurocaja Rural. 

¿Y cómo integrar los robots en la Asamblea General? Los cuatro brazos mecanizados serían los encargados de sincronizar y crear una coreografía de pantallas con los contenidos de la Asamblea. La pantalla trasera de gran formato envolviendo el fondo del escenario, que era lo habitual en ediciones anteriores, fue sustituida por cuatro brazos mecanizados de gran tamaño  que portaban cada uno una pantalla led de 2,5×2. Con una capacidad de giro de 215º, los robots permitían arrancar la Asamblea con las pantallas orientadas al techo, para ponerse en movimiento, bajar frontalmente y comenzar una coreografía con veinte escenas distintas. Los brazos mecanizados permitieron orientar las pantallas en diversas posiciones según el contenido que se mostraba en cada momento en las mismas y sincronizar vídeos panorámicos, presentaciones, movimiento y música en una coreografía que fue por sí misma la escenografía de la Asamblea. 

Lo que conllevó dos meses de preproducción antes del evento en el que se desarrollaron desde un trabajo de planimetría, determinar muelles de carga, proyectar plantas del escenario, hasta la creación de contenidos, vídeos, presentaciones, gráficos y demás visuales que se lanzarían durante la Asamblea. En este punto se necesitaron 15 días para ajustar el movimiento y coreografía de los brazos robotizados con el contenido de las pantallas, casando frame a frame cada contenido para programar los robots de la manera correcta y que el día del directo no hubiera ningún imprevisto. Estamos hablando de un evento que por su naturaleza debe adaptarse a unos requerimientos legales en la forma de recoger y transmitir la información a los asistentes durante el desarrollo de la Asamblea. Cualquier error en vivo que no se ajuste a estas disposiciones legales, supone repetir la Asamblea. De ahí la importancia de las semanas previas de ajustar las secuencias de movimientos y contenidos de los robots, y de ahí, al mismo tiempo, la ventaja de utilizar este tipo de tecnología: el uso de la robótica minimiza los riesgos, evita el error humano y al reproducir el patrón de movimiento y contenidos para el que se le ha programado, hace que la producción del evento encare menos imprevistos.