Born in a Window, una ventana hacia el escaparate creativo
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Vitrina y Sparks, empresas dedicadas al diseño y montaje de escaparates, organizaron el evento.»Una acción de este tipo no se ha hecho nunca en España. Sería interesante exportar la idea a otras ciudades. Estamos abiertos a propuestas. Nos encanta divertirnos», explica Lisardo Mendo, organizador del evento.
A cada una de las tiendas participantes se le asignó un escaparatista de ambas empresas. Dichos profesionales tenían unas directrices y un briefing a seguir en función de las características físicas del espacio, la filosofía de la marca, el estilo del producto y el target a quien iba dirigido. El objetivo de la acción era demostrar que aún en época de rebajas es indispensable la creación de escaparates atractivos y espectaculares para crear tránsito. Otro aspecto a destacar es que los materiales que se utilizaron tenían que ser lo más reciclables posible. Durante todo el día se pudo ver cómo los profesionales del escaparatismo trabajan «in situ». La tendencia, según Lisardo, es a cerrar escaparates. «Ya hace años que se viene haciendo. El escaparate abierto, o, sin fondo, tiene sentido en algún caso, en centros comerciales, pero el escaparate cerrado permite una visualización perfecta del contenido y consiguientemente de su mensaje. En cuanto al contenido, tendemos hacia un escaparate conceptual, pero conservando e incluso reforzando contenidos tangibles que el público pueda reconocer fácilmente». La utilización de personas vivas ya no es una novedad entre los escaparatistas «es algo que ya está muy visto pero hay mucha gente que todavía se sorprende cuando se encuentra actores o bailarines dentro de un escaparate. En un principio, todo lo que cree espectación y acerque al espectador al escaparate es muy bueno, pero hemos de tener cuidado de no caer en los tópicos o de pensar que somos los primeros que lo hacemos. Podemos sorprender más con otras acciones».
Se estableció un inicio y un final de la ruta de tiendas. A través de un mapa se podía seguir el itinerario de los comercios participantes que se identificaban con un sello de vinilo. El evento se mantuvo vivo durante el horario comercial y los escaparatistas permanecieron en los comercios a lo largo del día para informar a los interesados del proceso creativo. Los montajes estuvieron a la vista hasta el 23 de julio para el deleite del visitante.