BMW abre el telón del Teatro Real a la pintura
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Con la presencia de la Reina Doña Sofía presidiendo el acto y 1500 invitados de la escena social y cultural, el evento supone también una coordinación de personal de la agencia para gestionar la llegada de los asistentes: además de las 20 personas de staff de Auriga se contó con 50 azafatos que guiaban el tránsito de las personalidades, primero por el Salón de Baile, donde estaban expuestas las obras finalistas, para posteriormente acomodarlos en su butaca y que pudieran seguir la gala de entrega de premios.
Para este momento, el escenario se presenta con el branding blanco y neutro de BMW en una presidencia y atril para la entrega de trofeos por parte de la Reina y demás representantes corporativos de BMW. Y es al finalizar la entrega de premios donde la magia de la escenografía transforma el escenario para disfrutar de un concierto de la Orquesta Sinfónica de Castilla y León, guiada por el director de orquesta Andrés Salado. De una estética neutra a una envolvente escenografía con 40 mil claveles naturales rojos puestos previamente uno a uno en el escenario. ¿Cómo? El ciclorama del escenario se levanta y se retira el atril y mobiliario dejando solo un tull escenográfico que oculta el montaje para el concierto. Gracias a las plataformas verticales con las que cuenta la caja escénica del teatro, mientras que Ángela Molina hacía la introducción, los mantos de claveles que estaban ocultos frente al público aparecieron como si estuvieran creciendo.
Este aparentemente espontáneo florecer de claveles, obviamente es resultado de doce horas de montaje nocturno ininterrumpido con 100 montadores y técnicos para permitir transformar un escenario minimalista de entrega de premios en un barroco y pintoresco abrigo de flores en tonos rojos jugando con pantallas, proyecciones y pétalos reales.