Asalto a la Casa de la Moneda, un atraco desde la pantalla
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Bella Ciao, bella ciao…
¿Cómo podéis ser los atracadores del atraco más grande de la historia sin saber el himno? Así comenzaba el team building. Nos dividieron en grupos de seis participantes en cada uno, y… ¡comenzaba la aventura cada uno desde nuestra oficina! Para entrar en situación, primero nos caracterizamos. Teníamos que buscar en la caja (que previamente habíamos recibido en nuestras casas), algunos instrumentos y complementos para colocarnos. Esta prueba constaba de 10 minutos.
In memoriam
Con las piezas que encontrábamos en la caja, teníamos que formar la palabra ESTOCOLMO, en reconocimiento a la nueva integrante. Debíamos seguir las indicaciones de nuestro capitán, ya que era el que tenía que leer la palabra en las pantallas, y hacer una captura de pantalla juntando todas las letras de cada integrante del grupo.
Identificar obras
Para distinguirnos de cualquier ladrón de pacotilla, como mínimo debíamos de saber identificar que obras de arte son verdaderas y cuales son falsas… Debíamos obtener el código para poder abrir la puerta que esconde una gran obra de arte. En cada caja, teníamos unas réplicas de algunos cuadros en las que había diferencias. ¡Pero ojo! No todos los cuadros tienen el mismo número de diferencias. Cada imagen tenía marcada un número que indicaba el orden de código, y el capitán se encargaba de asignarnos los cuadros y ver cuántas diferencias encontrábamos en cada obra.
La cámara acorazada
Se trataba de la zona más custodiada de la Casa de la Moneda, donde se guarda todo el dinero que se está fabricando antes de sacarlos a los bancos. Y como era de esperar, fue el código más difícil. Había que buscar en la caja de los objetos cuales podían tener relación con la caja acorazonada y averiguar el código para abrirla.
Mapa mudo
Durante las pruebas, los atracadores o rehenes nos entregaron algunas palabras. Entre todos teníamos que resolver la sopa de letras que nos mostraron a través de la pantalla. Teníamos que encontrar todas las palabras que habíamos ido ganando, y así, conseguimos la frase escondida. Para ello, teníamos un sobre lacrado y en su interior había un papel con la sopa de letras y las palabras a buscar por equipos. Cada grupo buscaba las suyas. Para esta prueba, teníamos siete minutos de tiempo.
Cuando finalizó el tiempo, pasamos a la sala central, donde los capitanes, por turnos, iban diciendo al profesor las palabras por coordenadas, y el profesor iba marcando en la imagen.