Ambientación intima en la presentación de Bizkaia
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Generar emoción y orgullo entre los asistentes. “Nuestro objetivo era crear una ambientación intima que acercara a los asistentes al destino; queríamos llegar al corazón de los invitados, tanto si eran vascos como si no. Un evento de este tipo tiene que poder ser sentido y vivido”, nos cuenta Según Belén Mateo, de Planta 18.
Asociar la ambientación con el destino. El mayor reto fueron los audiovisuales, la producción y la iluminación. Joaquín Kuperman, director técnico de Planta 18, nos cuenta que a nivel audiovisual, colgaron dos pantallas en el escenario, una XL de 16:9 y otra circular de 180cm de diámetro. “Integramos un par de proyectores de 20.000 lúmenes y una pantalla circular para que la proyección fuera circular creando máscaras con PowerPoint. A nivel de iluminación, utilizamos la del Círculo de Bellas Artes, reforzándola con focos PAR LEDS, lo que permitió cambiar de colores según el momento de la gala y el sentido de la emoción”.
Aprovechar las columnas para proyectar el destino. “Las columnas del Circulo de Bellas Artes se forraron con unas planchas de foam, donde estaban impresas diferentes ubicaciones representativas de Bizkaia como la playa de Sopelana o la de Guecho. Además diseñamos un juego de luces con diferentes colores para proyectar sobre las columnas, el frontal del escenario y en el ciclorama, de tal manera que cambiábamos de color e intensidad dependiendo del tema: para la gastronomía utilizábamos el rojo, cuando ofrecieron el concierto cambiábamos a negro…”.
El mensaje se transmitió en tres fases diferenciadas. El evento supuso una especie de ‘convivencia’ durante todo el día, ya que comenzó con un desayuno de trabajo enfocado más a las ventajas económicas y sociales de Bizkaia. “En cambio por la noche quisimos desarrollar la parte más emocional del destino a través de técnicas de iluminación, de los audiovisuales, la música (maravillosas voces de “Olatz eta Esti”), creando una ambientación íntima. Los tertulianos acercaron Bizkaia a nuestras vidas y nos hicieron sentir un poquito más cerca”, señala Belén.