Accor lleva a los meeting planners al otro lado del espejo
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La invitación tenía forma de una carta de as de corazones. Nada más entrar, los invitados tenían que tomar el elixir para disminuir de tamaño, para poder pasar a través de una cerradura y entrar al mundo del Sombrerero Loco y de la Reina Roja. También se caracterizaban con chisteras para ellas y grandes lazos para ellos, y entraban a este mundo (mira la galería de fotos para pasar tú también, detrás del espejo…).
Dentro de la sala (la mayor sala de reunión del hotel), todo era loco y tematizado: la larga mesa de té estaba preparada con millones de dulces en un buffet altamente colorido; la sala de la reina era la pista de baile, en la cual el dance floor era un gran tablero de ajedrez con piezas de ajedrez gigantes; cartas de juego volaban por el techo (¡siempre interesante incluir el techo para una decoración más realista, inmersiva!); una gran taza de té hacía de sorprendente mesa de DJ… Actores caracterizados como en la famosa película interactuaban con los asistentes, les servía comida y bromeaba con ellos. La gastronomía, siempre un plato fuerte en esta fiesta, se tematizaba también aplicando la estética de la película. En segunda parte de la noche, una espectacular banda de música, Diamond Sound System, sacó a todo el mundo a bailar. Más allá de una acción de relaciones públicas con los hosted buyers, el evento cumplió otra de sus misiones: demostrar que en un hotel (¡Accor!), se puede organizar un evento creativo, más allá de reuniones serias.