Utilizar la formación eficazmente
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Su importancia es capital ya sea para aumentar las ventas, ya para ser más productivos, cohesionar equipos entre sí o simplemente para aprender a alcanzar los objetivos de la empresa.
Identifica las necesidades de formación de tu organización
La formación es una inversión para la empresa. Busca por tanto aquellas problemáticas en las que puedas conseguir resultados mejores y más rápidos. Al identificar las áreas problemáticas te darás cuenta si la formación va a ayudar en su solución.
P. ej. ¿Tus equipos de ventas tienen rendimientos muy bajos? ¿Hay elementos cuyo rendimiento es sensiblemente inferior al de los demás?…
Los empleados suelen necesitar formación cuando el entorno es cambiante. Si, por ejemplo, lanzas un nuevo producto, debes formar al personal acerca de cómo venderlo mejor.
Al analizar las necesidades de formación piensa siempre en todas las demás posibles soluciones. El problema podría estarse derivando de no contar con la persona adecuada al puesto, a que los sistemas, equipos o políticas no sean los apropiados, etc. A veces se puede mejorar mucho la formación básica haciendo accesible a todos el áconocimientoá: dónde se encuentran las cosas, establecer procedimientos adecuados, establecer a quién se debe consultar en las diferentes circunstancias…
Objetivos de la formación
Márcate objetivos concretos, medibles, consensuados, realistas y enmarcados en unas fechas para que la formación sea relevante y productiva.
A veces tu objetivo será alcanzar un nivel de rendimiento determinado en la realización de una cierta tarea. Es importante que los objetivos de la formación estén en consonancia con los objetivos del negocio.
Haz que los empleados se comprometan
Una formación exitosa depende también de que los empleados se comprometan con la misma. Explícales la necesidad de la misma y los objetivos que te planteas alcanzar con ella: lo que obtendrán para sí mismos y para la empresa.
Define un plan de formación
Definir un plan de trabajo es importante a la hora de definir la estructura y los resultados a obtener de la formación.
Define un brief de formación, establece los objetivos prácticos de la formación y repásalos con los formadores, confirmando con ellos lo que es alcanzable.
Desarrolla el programa de formación partiendo de este brief. En él debes recoger los módulos de la formación, el lugar para la misma, el contenido y la metodología a utilizar, los formadores y el administrador de la formación.
También existen cursos ya preparados en el mercado. Analiza su contenido para determinar si pueden ayudarte a alcanzar tus objetivos de formación y los problemas concretos que quieres resolver.
Formación interna frente a formación externa
La mayoría de la formación interna se lleva a cabo en el mismo puesto de trabajo. De esta manera, los trabajadores aprenden a su propio ritmo y aplican los nuevos conocimientos inmediatamente. También puede consistir en solapamiento de actividades con otros compañeros, entrenamiento específico e incluso en un programa bajo la supervisión de un tutor.
La formación externa supone la contratación de un especialista, para obtener el conocimiento de un experto que aporta las mejores y más actualizadas prácticas sobre un determinado tema. Se compone, normalmente, de conferencias, seminarios, talleres y sesiones a distancia. La formación externa incorpora ideas nuevas y energía al proceso de aprendizaje.
Evaluación de la formación
La formación habrá funcionado si ha producido los resultados que te habías marcado en el brief. Deberás analizar el impacto de la formación sobre el rendimiento y preguntar a los empleados su evaluación de su experiencia personal en la formación.