Una iniciativa perfecta, un resultado imperfecto pero muy bienvenido
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Pues no, no es perfecta. Para quien piensa que las subastas no tendrían que pertenecer al mundo de los eventos sino al de los tornillos, la guía supondrá un bajón, puesto que reconoce esta forma de comprar. Recomienda claridad sobre el proceso desde el inicio (no encontrarse tras la primera selección con esta mala noticia…) pero reconoce que se pueden hacer subastas, algo que sin duda las agencias no querían. De hecho se rompieron las negociaciones por este motivo, un tiempo, antes de volver a la mesa. Aquí está un sacrificio al realismo que probablemente era inevitable. Como se comentó en la presentación, esta forma de comprar existe en algunas grandes empresas, mejor reconocerla e intentar mejorarla.
La remuneración de los concursos es otra imperfección, puesto que la guía no especifica lo que se tiene que pagar… o si se tiene que pagar algo. Una indicación de visiones diferentes entre agencias y clientes, que tenemos que aceptar, mientras todos seguimos evangelizando como la publicidad hace desde hace años, con más éxito que en eventos pero sin solución perfecta todavía.
Otra imperfección es que no hay mecanismos de “castigo” a quienes no cumplen, algo que muchas agencias desearían. Es verdad que un concurso con 12 agencias, o un proceso de selección no remunerado que pide cuatro olas de cambios, da rabia… pero siempre hemos pensado que sería muy complicado regular y obligar, y que la educación sería el camino. Y como comentó Ander Bilbao en la presentación, hay ahora un documento consensuado por compradores, event managers y agencias de forma conjunta, que todos podemos utilizar para decir “espera: representantes de las tres partes de la cadena aconsejan trabajar de tal manera”. Una herramienta de educación que puede ser muy útil en un mercado que era el lejano oeste en muchos casos. Solución imperfecta, pero realista.
En fin. Nos gustaría a todos vivir en nuestro mundo ideal, pero tenemos que vivir en el mundo real, y lo que se ha hecho es un trabajo bonito, generoso, pragmático, que hay que saludar, sobre todo si recordamos que sus autores han dedicado decenas y decenas de horas a algo que nos puede mejorar a todos. La imperfección no está tan mal, al final… Felicidades a tod@s.
Y no olvidemos: que las empresas compren de forma correcta no es bueno solo para las agencias sino para las mismas empresas también. Buenos briefings, procesos ordenados, cierta fidelidad, trato justo de sus agencias que son sus partners de comunicación: esto es simplemente bueno para las mismas empresas que quieren buenos eventos.
Por Eric Mottard.