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General · Madrid

Un testimonio personal sobre la magia del evento

Un testimonio personal sobre la magia del evento

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Eric Mottard
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Nada más cerrar las puertas del MIS presencial, antes de publicar todo lo que ha pasado en esta maravilla de evento y en medio del inacabable debate sobre lo que quedará de los formatos virtuales, quería analizar lo que pasa en un evento de este tipo. “Esto no se puede sustituir”, se dice a menudo, quizás un poco rápido… Tenemos que entender bien lo que pasa en un evento, y qué partes de este formato se pueden pasar a formatos digitales. ¿Qué hemos vivido en el MIS? Según mi experiencia y múltiples conversaciones durante este evento sobre lo que la gente valoraba, he aquí unos aprendizajes. Por Eric Mottard

Ya se han analizado los límites de la comunicación por videoconferencias, pero más que volver a información científica, este artículo es un testimonio, una observación en primera persona, que recoge observaciones de todo lo que supone un encuentro de cerca de 400 profesionales. ¿Qué se consigue en un evento así? 

El sentido de comunidad

Obviamente en el contexto actual, el hecho de formar parte de un evento que era también la reivindicación colectiva de la importancia de lo que hacemos, era especialmente importante. De hecho, muchos nos dijeron “no me podía perder esto, tengo que acompañar a esta comunidad”. El nivel de sentido de comunidad que se crea cuando más de 350 personas se juntan, es incomparable. Cualquier religión lo sabe, cualquier antropólogo lo ha estudiado. De hecho es extraño que la palabra de “comunidad” se utilice tanto para formatos online casi anónimos, cuando precisamente, es lo que menos se crea en un grupo de Facebook que se pone a gritar juntos sobre una causa (ruido colectivo no es comunidad). Este sentimiento de “somos parte de un mismo proyecto, grupo humano” se consigue en un día pasado juntos, de forma insustituible. Y cualquier empresa que no quiera ser una plataforma que coordina autónomos gestionados por puras métricas, sino un grupo humano, un proyecto común, tiene en los eventos su gran momento de creación de comunidad. Creo que ayer todos nos hemos sentido realmente parte de algo grande, y nada lo consigue como el hecho de vernos, mirarnos a los ojos. Y si no hay abrazo, pues no pasa nada.

El networking y la “serendipity”

En un evento de este tipo, muchos han hablado con 30 o 50 o más personas. Muchos han presentado alguien a otra persona de forma no planificada. No deja de ser un misterio, cuando podríamos hacer el mejor networking online con plataformas tecnológicas, ver que todos los organizadores sondeados durante este último año confirman que el networking online no funciona. Online puedes lanzar mensajes, dar formación, generar contenidos vídeo para redes… pero no conectar.Queda por estudiar el ‘por qué’ de esta paradoja. Al contrario, esta magnífica idea de serendipity (contacto no planificado, casi hecho por casualidad), es muy potente.

Tomar el pulso del sector

Precisamente por esta fuerza del contacto informal, improvisado, el evento es una investigación de mercado imperfecta, pero no deja de ser increíblemente potente la cantidad de información que consigues en un día de conexiones. Vuelvo del MIS entusiasmado, y con un conocimiento del sector y de sus últimas novedades, absolutamente incomparable. El evento, ¿herramienta de investigación de mercado perfecta?

Reír, emocionarse, y crear relación

Supongo que llegaremos a crear emociones en la pantalla, Netflix lo hace cada día con historias llenas de heroísmo y drama… Pero ¿en un evento corporativo? No he visto la emoción. Ha sido increíble volver a emocionarse tras meses online en los que hemos recibido mucha información, hemos aprendido, hemos podido mantener la comunicación a distancia… pero no nos hemos emocionado, no hemos reído.

Crear una relación real

Nunca lo hubiera pensado al principio de esta pandemia, pero la mascarilla importa poco: la emoción, la expresión se transmiten de forma impresionante en una sencilla charla de pasillo, sin abrazo pero quizás tocando el brazo del otro. Agradecer en una pantalla vs agradecer mirando a alguien a los ojos, son incomparables. En esta comunicación, todo el cuerpo habla, la expresividad es completa, la comunicación es perfectamente fluida. Se crea una relación.

Crear felicidad

Esto es un impacto gigantesco, sobre todo en estos tiempos complicados. Está muy analizada la capacidad del contacto directo para generar oxitocina (la “hormona del amor”) y serotonina (que juega un papel importante en la felicidad, o en su defecto, la depresión).  Vale la pena leer estudios como el “Social Reward Requires Coordinated Activity of Nucleus Accumbens Oxytocin and Serotonin” de la Universidad de Stanford, al respecto. También se ha analizado el papel de la soledad en la depresión. Acabar un evento como este supone un subidón emocional inigualable. Todos lo habréis sentido, después de hablar con decenas de personas, esta pequeña euforia… pues necesitamos vernos más que nunca.

¡E incluso los escépticos lo saben!

La pregunta del millón: ¿qué prefieres? He hecho esta pregunta a una persona que tenía que hablar en un evento nuestro pero destacaba que la formación y comunicación corporativa se haría online en gran medida. “Perfecto. Hago este evento en presencial y otra versión en virtual. ¿En qué edición quieres participar?”. Confesó sin pensárselo que la participación presencial era su deseo. Cuidado, después de todo esto, no se trata de matar los formatos virtuales: lo online tiene virtudes increíbles de alcance, de disponibilidad, de captación de datos… pero vuelvo de este MIS con la convicción de que la diferencia de calidad, memorabilidad, emoción, impacto… entre un evento físico y virtual es mucho mayor que lo que hemos pensado en esta pandemia.  un formato presencial consigue una atención incomparable, transmite importancia, capta más la atención….

Y finalmente, el agradecimiento a quien te acompaña

Cuando alguien sale de casa y te da su tiempo para acompañarte en un momento importante, sientes una gratitud enorme. Participar en el cumpleaños de alguien vale más que cualquier regalo. Y aquí llega mi mensaje más importante: un gigantesco agradecimiento a todos los que nos han acompañado, una gratitud total. Teneros ayer con nosotros en el Riu ha sido mejor que cualquier regalo. Gracias a nuestros patrocinadores, colaboradores, speakers, al equipazo de guerrer@s de eventoplus, a los expositores que han venido a mostrar sus novedades y conectar con clientes, y a todos los asistentes que nos han regalado lo mejor: su presencia.

 

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