Un punto de vista muy personal sobre un tema muy delicado
Compartir noticia
Escuchar
Primero, no olvidemos que en el centro de todo esto hay un drama humano terrible, una familia destrozada por una muerte, y más aún una muerte vivida en directo, recogida en unas imágenes que todos tenemos en la cabeza. Todo mi pésame a esta familia y todas mis disculpas si discrepan de mi punto de vista, lo cual entendería.
El motivo oficial. Si bien la seguridad se presenta como el motivo de la no cancelación (siempre un motivo indiscutible, contra el cual no cabe ninguna contra-argumentación sobre todo estos días), me cuesta pensar que sea el único motivo o ni siquiera el principal. Espero que un festival de esta importancia tenga un protocolo de evacuación seguro… Sin duda sería un proceso complejo, movidito, pero espero que de forma planificada, ordenada, con colaboración de la Policía, se pueda evacuar un festival.
Entonces, si asumimos que no se mantiene el evento por seguridad, ¿la decencia obliga a suspenderlo? La dimensión visualmente insoportable de la escena es lo que crea este debate. Si un transportista se hubiera accidentado y matado entrando al recinto, nadie sugeriría cancelar nada. Esta muerte ha sido visual… ¿tenemos que cancelar eventos cuando ocurre algo espectacular, visual, y no cuando pasa algo tan dramático (la muerte de alguien) pero sin esta dimensión visual? No estoy seguro de que sea lo correcto.
Cada uno vota. Quizás el hecho de cancelar es una decisión muy personal, cuando responsabilizamos solo al organizador que tiene que tomar la decisión de “todos a casa” o “todos a bailar”. Quizás cada persona puede decidir en conciencia si se tiene que cancelar “su” evento, es decir, su asistencia al evento. Si considera que es indecente escuchar música en estas condiciones, uno se puede ir a casa. Y me parece que la enorme mayoría de la gente se ha quedado. El público, de alguna manera, ha votado. El evento tenía que seguir.
Eventos masivos. Esto es el punto más delicado. En eventos masivos, pueden pasar cosas dramáticas. Murieron dos personas en Woodstock pero era normal en un evento de 500,000 personas. Ha muerto gente en varias ediciones de los Sanfermines… Un evento muy grande, con muchos artistas y muchos asistentes supone el riesgo de que haya dramas. La idea de cancelar tras una muerte es algo probablemente muy difícil de establecer. Un gran Premio de F1, un torneo de tenis, un gran festival, suponen riesgos y abogar por la cancelación es algo que quizás no sea viable.
Finalmente, un punto de vista más personal aún y sin base informada ni estadística: creo que muchas personas, y muchísimos del mundo del espectáculo, quisieran que el evento siguiera, que la gente no se fuera a casa y que siguiera la música.
No hay respuesta correcta ante una situación así. Expreso aquí opiniones personales, con el máximo respeto, cuando sería más fácil abogar por la cancelación, una postura que nadie puede criticar.
Y más importante que todo lo que digo, está la pérdida de un artista que nadie olvidará, Pedro Aunión, y el dolor de su familia. Pensamos en ellos.
Eric Mottard