Un estudio de la UPSA nos recuerda la merma de la comunicación en el plano virtual
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Lo que comenzó con una práctica de la asignatura “Sociolingüística” se ha convertido para cuatro alumnas del Grado en Logopedia de la Universidad Pontificia de Salamanca en un estudio actualizado sobre la percepción del lenguaje durante la pandemia en el que han participado 1.170 personas.
La conexión y el engagement a distancia disminuyen
El estudio nos lo recuerda una vez más: en virtual perdemos información de las emociones, sensaciones y actitudes de los interlocutores y, por tanto, perdemos conexión. En palabras de Ben Morsoom (fundador de la metodología Neuroscaping, aplicación de la neurociencia y la psicología para la organización de eventos): “en virtual pasamos de la experiencia real y multisensorial que tenemos en un evento físico a una experiencia cinematográfica y sensorial dual”.
El sonido junto con la vista son los únicos sentidos abordables a través de una pantalla. Eso considerando que el público mantiene la mirada en la cámara y el dispositivo electrónico… pues alrededor del 60% de los encuestados en el estudio reconoce la pérdida de contacto visual. La lección aquí es que diseñar un arco narrativo es probablemente el elemento que mantendrá el compromiso y la atención. Sin venue, sin catering, sin networking directo… el mayor atractivo es el contenido. Competimos con Netflix y la TV, y ahora debemos ser unos genios en guionización y en storytelling. Copiar y pegar el evento físico en online es uno de los errores más repetidos y ¡no funciona!
La importancia de las redes sociales y la omnicanilidad
Este estudio indica que, del total de las personas encuestadas, un 72% incrementó su uso de las plataformas digitales para contactar con los demás (familia, amigos, reuniones de trabajo, compañeros). De este porcentaje, destaca que son los menores de 20 años los que más emplean estas plataformas. Además, un 44,7% de este colectivo reconoce haber descubierto nuevas redes sociales para comunicarse como TikTok, Meet,Tinder, People o House Party.
El asistente demanda la omnicanalidad, desea más puntos de interacción además del día D, y eso es algo que podemos darle fácilmente: previamente con toda una campaña de activación por redes sociales, a posteriori desengranando y adaptando los contenidos según el canal o red social…. Incluso el evento puede nutrirse también de las redes sociales en directo, llevando a escena la omnicanalidad. El evento es solo la base de una campaña de contactos, transmisión de contenidos, donde (a veces) estará todo el valor.
Cinco claves del éxito en virtual
Fomentar la anticipación, el suspense. ¿Qué pasará? Prepara una campaña de comunicación que genere expectación. Y el día D, asegura mantenerla con técnicas de comunicación que dejen al asistente colgando, cambios inesperados en el programa o en el orden de los ponentes. Es bueno intensificar los estímulos sorpresa al principio y luego mantenerlos de forma intermitente.
Generar contenido de interés para el asistente. Investiga al asistente, sus preferencias o sus métodos de consumo online para descubrir si el contenido le apasionará para engancharse desde el principio y quedarse hasta el final o, por el contrario, le aburrirá.
Aprovechar los recursos audiovisuales y la escenografía. Nadie espera un Zoom con cuadros feos, sino un evento virtual visualmente estimulante, que no puedas dejar de mirar, donde se recree visualmente y con sonido todo lo que se está hablando. Aquí entra un trabajo de producción, realización, escenografía, ¡incluso vestimenta!
Momentos para descomprimir. No esperes a que sus cerebros desborden de información. Combina mensajes breves y a un ritmo rápido desde el primer momento con tiempos de descanso: un icebreaker, una actuación musical, un sketch, un juego. Incluso la diversidad de ponentes puede ayudar a no ver siempre las mismas caras.
¡Los mejores eventos virtuales están vivos! El asistente no es el receptor de la historia que quieres contar sino el protagonista. Dirígete a ellos con la comunicación, interpela de manera constante su atención y adapta sobre la marcha según sus demandas. Si realizan una votación o un juego, deben condicionar el transcurso. Tu evento se convierte en un libro con final abierto.