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TIS 2020, un gran congreso presencial (¡por fin!) para relanzar el sector turístico
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Del 25 al 27 de noviembre ha tenido lugar en el Palacio de Congresos de FIBES en Sevilla la primera edición del Tourism Innovation Summit, organizado por NEBEXT. Con la asistencia de más de 1.200 personas a lo largo de tres días y una agenda de ponencias, discusiones, paneles y actividades muy completa, este evento presencial ha supuesto un momento de ilusión colectiva y relanzamiento para el sector turístico español, tan falto de calor, atención y buenas noticias en este año.
Por Pepe García Aguarod
Turismo de la A a la Z
El congreso desarrolló, a lo largo de tres días, temas que afectan a todos los segmentos del turismoy a muchos de los ámbitos de esta industria. Hubo agendas institucionales para directores de marketing, para profesionales de revenue, para DMC y para responsables de digitalización y tecnología. Los grandes temas, fueron desde destinos hasta canales de distribución, pasando por movilidad, vacacional, MICE, hospitalidad o business travel. Completó el programa un dinámico concurso de start-ups, con presentaciones de proyectos y una entrega de premios a las más innovadoras.
Grupo eventoplus no podía faltar al mismo -hemos apoyado al TIS desde su inicio como media partner oficial y hemos tomado parte activa en los contenidos del evento- participando en la sesión «Tech talks on virtual vs physical events» junto a María Gómez presidenta de la EMA y Jordi Montserrat de Barter, panel moderado por Enric López, profesor del CETT-UB. En ella dialogamos acerca del momento en que se encuentra el evento hoy y la importancia de la tecnología desarrollada durante estos meses de pandemia para facilitar que los eventos sigan siendo un elemento estratégico de la comunicación. Moderamos también la sesión “Revenue, sustainability and solidarity”, junto a Jaime Chicheri.
Un congreso con casi 180 horas de sesiones impartidas por 200 ponentes, todo un esfuerzo de organización, reconocido unánimemente por los asistentes.
Un evento presencial
Los organizadores lo tenían muy claro desde el principio: el TIS tenía que ser presencial, y punto. Tuvieron en contra nada menos que la segunda ola de la pandemia, que ocasionó gran cantidad de cancelaciones por parte de ponentes y asistentes internacionales que no pudieron acudir a Sevilla. A pesar de eso, la organización consiguió montar un programa muy potente y suficientemente internacional: se tiró principalmente de panelistas y ponentes españoles o residentes en España que pudieran aportar una visión lo más internacional posible y además, llevar a cabo una cantidad importante de sesiones en inglés.
La complicidad de patrocinadores, medios del sector, asociaciones y profesionales del turismo fue muy importante para llevar a Sevilla a buenos representantes de todos los segmentos y ámbitos del turismo, desde el vacacional al MICE.
Y en los últimos días previos al congreso, la organización abrió también la asistencia al evento a través de streaming. De esta manera, participaron también del congreso 3.891 visitantes online desde 46 países de cinco continentes.
Exitazo mediático
El evento fue inaugurado por la reina Letizia, y recibió la visita de todo un elenco de personalidades políticas y autoridades –el alcalde de Sevilla, consejeros de Andalucía y de muchas comunidades autónomas, altos funcionarios de la OMT y otras instituciones vinculadas al turismo, personalidades del mundo de los negocios (el consejero delegado de CaixaBank) o de la gastronomía (Ferran Adrià)- tomaron parte en el mismo, aportando contenidos e interés mediático a un evento que acaparó durante unos días portadas de periódicos, minutos de tele en noticieros y horas de radio. El impacto mediático del TIS ha sido tan grande que sorprendió a los mismos organizadores.
En paralelo, los profesionales del sector turístico, ávidos de aportar noticias positivas, hemos bombardeado las redes sociales con fotos, notas y menciones al congreso, multiplicando el alcance del mismo.
Es posible, pensaba para mí, que los eventos exitosos del año que viene tengan esta doble vida: por un lado una gran intensidad de lo presencial, pues los que estuvimos en Sevilla vivimos y disfrutamos cada minuto de la oportunidad de encontrarnos con colegas y, en paralelo, una vida en “la virtualidad” compuesta por asistentes que “consumen” el evento por streaming casi como si fuera un programa de televisión y por la actividad en redes de los que podemos estar en persona, intentando compartir lo vivido enviando fotos, vídeos, stories, posts u opiniones.
Un evento seguro-seguro
La cuestión del momento. ¡Los eventos son seguros! Y el TIS 2020 lo fue también. A los protocolos habituales de higiene, distancia y uso de mascarilla dentro y fuera del venue en todo momento, en el TIS añadieron un sistema de tests rápidos obligatorios. Al inscribirte al evento se te informaba de la necesidad de pasar ese test como condición para acceder al mismo. En un mail, se te daban dos opciones; o bien acudir a uno de los centros de Quirón en tu ciudad donde al identificarte con el código del evento, procedían a hacerte la prueba, o bien hacerte la prueba al llegar al recinto. Para ello montaron un completo dispositivo: primero, una zona de recogida de datos personales y foto digital, que iba a servir después para identificarse con la aplicación de móvil. A continuación, toma de temperatura y entrada en una cabina donde personal sanitario te realizaba un frotis de nariz. Con la prueba hecha, podías ya acercarte a la puerta de acceso al congreso y esperar en el exterior a recibir el resultado de la prueba (en mi caso en ocho minutos lo tenía). Móvil en mano, te diriges al control de acceso y un azafato te pide que escanees el código QR que aparece en la aplicación de tests y si el aparato de control se pone en verde, ¡adelante, ya estás dentro!
Un sistema sencillo, muy lineal, que nos confirió a todos la sensación de estar en un entorno muy seguro durante los tres días de congreso. Decir también que este sistema es algo adicional a las medidas obligatorias de seguridad e higiene. Nunca lo debe sustituir, sino que supone una “capa” más de control. Probablemente, para eventos de corta duración, supone un despliegue demasiado importante de medios, y sobretodo disponer de tiempo y espacio adicionales para llevar a cabo los tests con eficacia y control. Esperemos que se sigan desarrollando –parece que hay ya varias soluciones, incluso más sencillas que ésta, a punto de salir al mercado- y que se puedan aplicar en eventos con la facilidad con la que hoy montamos un control de acreditaciones.
En definitiva, un evento muy potente, que está tan solo empezando y que promete ponerse en la agenda anual de la conversación sobre innovación del sector turístico.
