Storytelling para eventos: historias que conectan con el asistente
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¿Por qué aplicar técnicas de storytelling en tu evento?
El storytelling permite pintar un contexto a la experiencia emocional y sensorial que se desarrolla en el evento, generando un mayor nivel de engagement, recuerdo e implicación por parte del asistente.
Las historias permiten convertir algo complejo en un escenario más sencillo y fácil de asimilar, con lo que el storytelling es una buena herramienta en eventos de formación y trainings.
El arte de contar historias se sustenta en una estructura definida de trama, personajes, tono y cercanía que se pueden aplicar en un evento. Bien usando el storytelling para crear una historia que sea el hilo conductor mediante el cual se justifiquen las experiencias y mensajes, bien armando el evento de forma paralela a como un guionista escribe una historia. Por ejemplo, la trama es el programa, el contenido del evento, el camino de mensajes e ideas que deben recorrer los asistentes; los personajes son aquellas personas involucradas: tanto los asistentes como los speakers, pero prestando especial atención a tu cliente con el que deben interactuar todos los demás personajes y el que debe tener el protagonismo.
¿Cómo construir una historia?
Una historia explica cómo y por qué se produce un cambio en la vida o situación del protagonista.
Cuenta historias simples: elimina del discurso las partes que no tienen especial utilidad para el público, con las que no se siente especialmente identificado o que simplemente no son relevantes para él. Esto es aplicable a sesiones de la agenda, actividades o contenidos en la web del evento; céntrate en lo que tenga una utilidad para tu público, no pongas cosas superfluas por rellenar.
Asegúrate de que en esa historia estás reflejando las necesidades, los valores o sacando los pain points que tiene tu asistente, así conseguirás que se identifique con la historia.
Dale el protagonismo a tu asistente, que se identifique con la historia y la haga suya. Además de reflejar sus necesidades/problemática, intenta personalizar al máximo su experiencia en el evento. De esta forma se verá más inmerso en la historia y sentirá que forma parte de ella.
En algún punto de la historia introduce un elemento de impacto, un giro inesperado o simplemente lanza un teaser para captar la atención del asistente.
Cierra con un final claro y concreto. No sirven los finales abiertos: el protagonista aparece en escena, detecta un problema o supera un reto, finalizando con un mensaje, si quieres llámalo moraleja o aprendizaje que mueva a la acción al asistente y lo quiera llevar a la acción al salir del evento.