Sigue el rompecabezas de la reforma laboral para los caterings
Compartir noticia
Escuchar
Inflación: la difícil pero necesaria cláusula de revisión de precios. La inflación oficial está un poco por debajo del 10%… pero esta cifra tiene poca relevancia en el caso de los caterings, que trabajan con ciertos costes cuya inflación ha sido mucho mayor que esto. Y, obviamente, a cadenas de suministro complicadas por el Covid se suma ahora la guerra en Ucrania que ha afectado de nuevo los costes… con mucha incertidumbre sobre su evolución futura. Un catering son camiones y logística (gasolina), personal, materia prima agrícola, energía para cocinas… Tantas cosas cuya inflación ha sido mayor que la media (con el apoyo de la reforma laboral y el coste de la contratación puntual, para el personal). Estamos, según varios participantes en la reunión, en un nivel más cerca del 20% que del 10%, y este nivel de inflación compromete mucho la rentabilidad. Un evento cotizado para dentro de 6 meses puede tener costes un 10% superior a lo que se cotizó.
¿Cómo adaptarse? Varios ya están incluyendo cláusulas de indexación (algo que no se solía hacer en estos años de baja inflación), pero esta indexación tiene que hacerse sin estar atados al puro IPC sino considerar otros productos como los alimentarios. Luego quedará el otro reto: aplicar esta cláusula, en un sector mejorable cuando se trata de formalizar y de aplicar contratos…
Te hablamos del tema de la inflación y cómo nos está afectando en este otro artículo. También un estudio sobre las consecuencias de la inflación en los eventos en 2022 que habla de que los costes en los presupuestos han aumentado (de media) un 45% respecto a 2019…
Contratación de personal: trabajar en un mundo kafkiano. La adaptación de un sector de actividad temporal por naturaleza a una reforma que fundamentalmente no acepta la idea de contratación temporal sigue siendo un reto. Resultó interesante ver cómo los diferentes actores se adaptan de formas diferentes, ninguna de las cuales les permite trabajar bien.
Algunos eligen tomar en plantilla a mucho personal (camareros, maitres etc.) con horarios de trabajo limitados, en modalidad de fijo discontinuo. La dificultad es entonces prever y organizar los horarios y las obligaciones de esta reforma, por ejemplo, de hacer trabajar a la gente en orden de antigüedad. La calidad del servicio, la complementariedad de los equipos, la adaptación al tipo de cliente es complicadísimo. Especificar lo más posible los perfiles profesionales para poder justificar que se integra a tal o cual persona según las necesidades del evento es una solución parcial.
Otros optan por trabajar con ETT, solución tampoco ideal, por el alto coste de este personal y la dificultad de que la ETT gestione su equipo. Pedir un coordinador de la ETT para que esta se responsabilice un poco de la calidad y coordinación del equipo es algo que varios aconsejaban… aunque ello suponga un gasto adicional (otro…).
Contratar a algunas personas de forma puntual asumiendo el sobrecoste de 27 euros es otra solución (y otro coste… que no se repercute al trabajador, de hecho…), que algunos implementan, con el límite de los 90 días al año. Por esto ya te contábamos hace meses que la reforma laboral iba a ser un golpe para las empresas de personal en general.
El trabajo con escuelas no es una solución completa pero los caterings pueden trabajar con escuelas y ofrecer a los estudiantes una solución de formación “in situ”… aunque esto no sea obviamente una solución suficiente.
Todo ello supone nuevos gastos, complejidad administrativa y costes de procesamientos difíciles de encajar. Resulta sintomático ver esta heterogeneidad de formas de adaptarse, el resultado de una reforma que no ofrece solución práctica a un sector efímero por naturaleza. Si tienes todavía dudas sobre la reforma laboral lee nuestro artículo donde te contamos todo acerca de cómo nos afecta la reforma laboral en el sector eventos.