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Seis aprendizajes (muy concretos) de los JJOO para la sostenibilidad en tus eventos

Seis aprendizajes (muy concretos) de los JJOO para la sostenibilidad en tus eventos

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Eric Mottard
La cultura, nueva mina de oro de experiencias   ¿Cuánto pesa nuestra industria?   Los organizadores se mantienen optimistas para el 2025 pero piden más flexibilidad
Los grandes eventos, desde festivales hasta torneos deportivos, están en el punto de mira por su impacto medioambiental. Ahora, tras la promesa de la FIFA de un mundial en Qatar neutro en carbono (risas…) y cierta indignación por el coste medioambiental del evento, el próximo candidato son los JJOO de París. Y seamos optimistas: parecen haberse planteado con un objetivo medioambiental ambicioso, tanto por parte de la ciudad como del CIO que ha cambiado sus exigencias. Hemos seguido un debate sobre este tema (en francés) y te traemos sus principales aprendizajes. Que se aplican claramente en TUS eventos también.

Puedes escuchar aquí el debate Les Jeux olympiques peuvent-ils être verts? que nos ha inspirado para escribir este artículo.

  1. Yes we can: se pueden reducir las emisiones de forma drástica sin cambiar tanto el evento en sí. Las ediciones de Río y Londres emitieron ambas unos 3,5 millones de toneladas de CO2, y pasaremos en esta edición a 1,5, para un evento comparable. Reconcebir un evento y reducir su impacto es posible, si se hace desde su misma ideación e incluso como veremos ahora, flexibilizando un poco sus exigencias.
  2. La clave es el diseño inicial (piensa en diseño circular). Ya te anunciamos que el diseño circular tendrá que ser uno de tus mantras a la hora de concebir tus próximos eventos. Consiste, resumiendo y simplificando, en integrar desde la concepción del evento o incluso desde su briefing, la utilización de elementos ya existentes y la reutilización posterior de lo que crearás para tu evento – es decir lo contrario del “usar y tirar”. En el caso de los JJOO, saludemos al CIO que, más que exigir tal tamaño de estadio o de piscina, dejó que cada destino indicara qué estructuras podrían reutilizar. Resultado: solo se construirá en París una instalación, contra 9 y 14 para las últimas ediciones. Así que, en tus eventos, piensa desde el principio qué tienes ya (aunque no se trata de estadios… por lo menos el conjunto de elementos logísticos y las conexiones entre ellos) e intégralos a tu propuesta. Poco podrás hacer una vez has definido los elementos logísticos esenciales de tu evento: construcción, transporte.
  3. Puedes reducir las emisiones de la comida, y MUCHO. En un evento masivo como este, construcción (de estadios y estructuras), y transporte (de equipos y del público) representan típicamente un tercio de las emisiones cada uno. El tercer tercio son las actividades que forman parte de los juegos. Y aquí se pueden optimizar las cosas. Un ejemplo: los próximos Juegos ofrecerán menús que suponen la mitad de las emisiones de una comida media de un ciudadano, con una combinación de ingredientes de cercanía y de temporada, y más proteínas vegetales. La mitad.
  4. La energía también puede ser sostenible (y en muchos eventos, no lo es). Se pueden mejorar las fuentes de energía, por ejemplo, estos JJOO se harán con electricidad de la red (renovable en gran medida), cuando estos grandes eventos deportivos eventos se suelen hacer (Londres, por ejemplo) con cientos de camiones con generadores.
  5. Los hubs locales donde vivir parte de la experiencia. Puesto que el transporte representa un tercio de las emisiones y que la capacidad de los estadios está limitada, una idea que crece es la de los multi-hubs, espacios repartidos por varios países donde vivir parte de la experiencia del torneo: con pantallas enormes, espacios gastronómicos, MC y música, algunos famosos de la disciplina. Sin duda un futuro de estos grandes eventos es… ocupar casi todo el planeta, pero de forma local. Podría incluso suponer que estos grandes eventos acaben teniendo un mayor impacto social y mediático, al acercarlos a la población. Y podemos apostar que estamos solo en los inicios de esta posible tendencia.
  6. Los grandes eventos son muy potentes para provocar el cambio hacia la sostenibilidad… ¿Sabes que la norma ISO 20121 viene de los JJOO de Londres? Se definió entonces. Y ahora se cierra el círculo puesto que las asociaciones francesa e inglesa de agencias de eventos colaboran con ISO para hacer evolucionar su norma 20121 de eventos responsables. Una norma cuestionada, puesto que el Mundial de Qatar ¡se pudo certificar…! Pero más allá de esta certificación, el hecho de hacer vivir un evento más sostenible es también una manera de sensibilizar (por ejemplo, sobre la posibilidad de comer con menos emisiones de CO2).

Esta nueva manera de concebir un gran torneo contrasta con la vergüenza del Mundial de fútbol de la FIFA, que pretendió ser neutro en carbono, pero cuyas estimaciones oficiales son de 3,6 millones de toneladas de CO2 (y algunas estimaciones llegan a 10 millones). Todo el esfuerzo de construcción de estadios en este país es un ejemplo de “elefantes blancos” de libro, absurdo en la era del cambio climático. Ahora el Mundial empeora su impacto al aumentar la participación de 32 a 48 equipos y, sobre todo, al jugarse entre 16 ciudades de todo un continente (México, EE. UU., Canadá), lo que significa más viajes y más emisiones de GEI. Esto duele de antemano…

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