Medir el tamaño de un sector tan difuso y diverso es extraordinariamente complejo, por lo que son pocos los estudios que aborden ese impacto, y los que existen, se limitan a lo que podríamos considerar eventos de reuniones (congresos, ferias, convenciones, reuniones de trabajo, etc.), dejando fuera un gran cantidad de eventos corporativos con un peso específico importante dentro de esta industria. Pero existen datos. En el último informe de Oxford Economics para Events Industry Council se calcula que el peso de este sector en Estados Unidos es de 325.000 millones de dólares y genera 5,9 millones de empleo lo que supone el 1,7% de su PIB. En Reino Unido, según el reciente informe Business Visits & Events Partnership (BVEP), el impacto es de 39.000 millones, lo que supondría el 1,5% del PIB británico. Por tanto, si extrapoláramos este ratio, muy considerable, del 1,5% a la economía española, se podría decir muy a grosso modo que en España el peso sería de 19.000 millones de euros.
Sin embargo, siempre es importante ser prudente con estas cifras en un sector tan difuso como este, donde fácilmente el empleo generado puede serlo solo parcialmente (pensemos en un empleado de hotel que igual trabaja en un evento como para turistas), y a menudo de poco valor añadido (no nos engañemos, no existen grandes sueldos comparados con otros sectores de servicios). Por otra parte, estos estudios son realizados por los propios actores del sector, como MPI o el propio Events Industry Council, no por entidades externas, lo que probablemente conlleve un sesgo más optimista.