Responsabilidad y reactivación: no dejemos la conversación en manos de otros
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Primero, es peligroso enfocarse en el ahorro sin analizar el valor. Una forma de pensar en el coste y no en la inversión, de despreciar lo que aporta el elemento en cuestión (hoy el viaje de empresa… ¿mañana el evento?). De simplemente alegrarse de poder eliminar costes. En un momento de reactivación como el actual, pensar solo en costes supone llevar a una delgadez extrema, a perder fuerzas (como empresa, como sector, como economía). Y si bien tenemos que entender que las empresas estos días tendrán que ahorrar dinero, tenemos que recordar siempre la importancia de ver también lo que aporta el contacto, el hecho de salir y conectar. Si dejamos que el debate se centre en el coste, habremos perdido, al ser una herramienta de valor añadido.
Segundo, es peligrosa esta falta de entendimiento de lo que es el viaje corporativo (si un gran medio de información no entiende el viaje, ¡imagínate los eventos!). El entorno mediático a menudo busca publicar artículos superficiales con cifras sensacionalistas sin entender realmente la naturaleza de una industria. Y sabemos perfectamente que “el público” no entiende realmente lo que son los eventos y lo que aportan. Nuestra necesidad de hacer pedagogía no ha acabado.
Tercero, es peligroso por el poder de atracción que tendrán soluciones a distancia (teletrabajo, webinars) que permiten en apariencia hacer lo mismo. Cuidado: no se trata de resistir ante una evolución tecnológica positiva: el teletrabajo aporta mucho, es una tendencia innegable, y las reuniones a distancia tienen y tendrán su función. Pero como sector que somos, permitir que no se tenga en cuenta el poder del face-to-face sería tan absurdo como irresponsable. No dejemos la conversación a actores que venden servicios de comunicación a distancia, tenemos que estar en la conversación y destacar el poder del evento, del contacto humano, e in fine, de salir a conectar, vender, mover la actividad. Un poder enorme, que conocemos nosotros pero que el resto de la economía no necesariamente conoce. No dejemos que se escriban tonterías, y recuperemos la conversación.
Ahora la carta…
Buenos días,
Les escribo referente a su artículo “La productividad gana sin viajes corporativos” en El País Negocios de este domingo 28 de junio. Un título así obviamente capta la atención (quizás es su misión) pero también transmite una idea: que una empresa que organiza menos viajes corporativos ganará en rentabilidad. Siento la franqueza, pero el análisis que ofrece este artículo me parece ser un insulto al periodismo y su publicación, una irresponsabilidad, sobre todo en el contexto actual.
Ante todo, como lo subrayan en el artículo, hablamos de una industria de más de 12.000 millones de euros. Que supone muchas empresas y puestos de trabajo. Me parece que antes de sentenciarla con este tipo de titular (sobre todo en el contexto actual), lo mínimo sería hacer un verdadero análisis de sus impactos, lo que aporta, lo que cuesta. Análisis, francamente, inexistente en el artículo. Cuidado: no tienen ustedes la misión de defender este sector, pero sí, la de no atacarlo sin que sea con argumentos rigurosos.
La productividad no es el coste. Un titular como este, mercería analizar lo que cuestan los viajes… pero también lo que reportan. Si las empresas invierten 12.000 millones de euros en viajes de negocios no es por mala gestión: es porque la cercanía humana es importante, porque viendo a clientes, hablando con ellos, creamos relaciones de negocios muchísimo más potentes. De hecho, un estudio de Oxford Economics destaca que “por cada dólar invertido en viajes de negocios, la empresa realiza 12,5 dólares de ingresos adicionales”. En un momento de necesaria recuperación de la actividad, de reconquista comercial, la idea según la cual la solución es recortar los viajes me parece un atrevimiento.
Ni está claro de qué trata el artículo: hablan en el titular de “viajes corporativos” pero en el artículo, están hablando principalmente de teletrabajo y traslados diarios, nociones que no tienen nada que ver. Si hablan de “viajes corporativos” como el titular lo pretende, entonces el tiempo de commuting de la gente en Sao Paulo no tiene ninguna relevancia. Muchas empresas como la mía permiten el teletrabajo, pero mantienen el viaje corporativo, la visita a clientes en otra ciudad. El tiempo de traslado para ir a trabajar cada día es otra cosa, me parece que ni entra en la cuantificación de 12.000 millones de euros de los viajes de negocios.
La fuente principal que citan es Workmeter, empresa que ofrece servicios de medición del teletrabajo. Ninguna fuente conocedora del sector del viaje de negocios, de las claves de su éxito, aparece consultada (para su información, hay especialistas, consultores, asociaciones profesionales como la Asociación Española de Gestores de Viajes de Empresa que hace un gran trabajo). La superficialidad de datos tipo “2.000 a 4.000 euros de ahorro”, tampoco tranquiliza al lector, y no se aplica al viaje corporativo (que el empleado obviamente no paga de su bolsillo).
En fin, conozco un poco este mercado y lo utilizo (vivo en Barcelona y voy a Madrid cada semana, en lo que me parecen ser los días de mayor productividad de mi semana, creando relaciones y tomando el pulso del mercado como nunca podría hacerlo con Zoom), pero no trabajo en este sector (trabajo en eventos corporativos). Solo soy un lector escandalizado.
Último detalle: en un momento como el actual en el cual la economía necesita reactivarse, volver a conectar, invertir, este tipo de artículo que se centra solo en el ahorro me parece especialmente peligroso o como mínimo, se tiene que hacer con el máximo rigor.
Por cierto, si desean analizar de verdad esta industria de 12.000 millones de euros, les encuentro media docena de analistas, consultores, para un artículo riguroso. Me parece, francamente, que lo deben a este gran sector de viaje de negocios.
Gracias por su atención. Un saludo,
Eric Mottard