¿Qué novedades hay sobre el código farma?
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Pues sí, el subsector farma dentro del mundo de los eventos fascina por su tamaño, intriga por sus especificidades, y sobre todo preocupa por una doble amenaza de cambio: que el temido código farma se vuelva más restrictivo si cabe, y que los médicos tributen por las invitaciones a congresos que reciben de parte de la industria farmacéutica.
Para aclarar la situación, el evento contó con la participación de Mª Dolores del Pino y Pino (Sociedad Española de Nefrología) Pablo Crespo (director del Departamento Legal de la Federación Española de Empresas de Tecnología Sanitaria, Fenin), José Zamarriego (director de la Unidad de Supervisión Deontológica de Farmaindustria), Eduardo Ucar (reumatólogo, presidente del comité organizador local del Congreso Nacional de la Sociedad Española de Reumatología en 2003 y 2017) con la moderación de Jaume Boltà (vicepresidente de la Federación y presidente de OPC Cataluña) y tras una introducción de Matilde Almandoz (presidenta de OPC Spain).
Primera clave: la transparencia ya es realidad, impulsada más por la industria que por la ley, puesto que la industria se ha cansado “de desayunar con artículos de escándalo” y ha decidido hace unos años ser absolutamente ejemplar y no dejar nada frívolo manchar la imagen de los congresos. Mª Dolores del Pino y Pino destacó que en sus congresos siguen la normativa y los códigos que marcan Fenin y Farmaindustria, explicando que «la clave en esta relación está en la transparencia e independencia de los profesionales sanitarios”.
Vimos dos ejemplos de códigos de patronales del mundo farma. Pablo Crespo presentó el nuevo Código Ético del Sector de Tecnología Sanitaria, que entra en vigor el 1 de enero de 2018 y que te resumimos en una idea maestra: la financiación de la formación continua de los médicos se canalizará ahora por asociaciones u organizaciones sanitarias y no habrá invitaciones directas de las empresas a los médicos. “Somos un sector muy expuesto y tenemos que cuidar nuestra reputación, tanto del sector como de los profesionales sanitarios”, comentó.
El otro ejemplo es el, ya conocido de Farmaindustria. José Zamarriego destacó las novedades de este código. Con dos principios: prevención y transparencia para este código basado en varias ideas como la prevención y la transparencia. Y recordó que la industria farmacéutica se auto-regula, y publica sus propios incumplimientos cuando los hay: “¿Qué sectores pueden, cuando se hacen errores, decirlo con nombres y apellidos?”. Pues sí, Farmaindustria publica cuando alguno de sus miembros incumple las normas de este código.
Más o menos cada dos años desde el 2004, Farmaindustria ha cambiado su código, yendo siempre hacia más limitaciones de lo que se puede hacer en congresos. El último cambio es la necesidad de que los laboratorios publiquen todas las transferencias de valor que se hacen a los médicos, con el famoso “hasta si regalan un boli lo tienen que declarar y lo publicamos”. “El concepto ‘nada’ está muy claro”, comentó José Zamarriego, destacando el gran valor de este código, el de no dejar zona gris. Esta transparencia empezó en 2016, cuando se publicaron las transferencias de valor (incluyendo invitaciones a congresos) bajo consentimiento de los médicos, y consiguieron un 90% de información, antes de llegar al 100% en el 2017. Veredicto: la industria ha financiado los congresos a altura de 193 millones de euros el año pasado. Cabe destacar que, a diferencia de Fenin, los miembros de Farmaindustria sí invitan directamente a médicos, y declaran a qué médicos han invitado. No pasan por las asociaciones.
Segunda clave: los congresos están para quedarse. Mª Dolores del Pino y Pino describió su congreso (1.100 inscritos, 700 abstracts…) y no tiene dudas: “no vamos a dejar de hacerlo”. Los congresos seguirán porque son para empresas y laboratorios, un punto de contacto vital con las necesidades de los médicos y de sus pacientes. Pablo Crespo explicó que “la industria tradicionalmente ha asegurado la formación y estamos encantados de seguir haciéndolo e incluso democratizar más la formación. La tecnología está en constante renovación y es por tanto esencial que haya formación continua. Tenemos muchas interacciones – no podríamos desarrollar nuevos fármacos sin que los médicos nos digan lo que necesitan”, añadió.
Otro motivo por el cual los congresos son necesarios es que desgraciadamente, los médicos cobran poco y no pueden pagarse su formación continua. De hecho este dato puedes explicar que el gobierno haya sentenciado que los médicos no tenían que tributar: ello hubiera casi matado la imprescindible formación continua. “Paga bien a los médicos, y podrás pedirles que coticen” podría ser un resumen de las reacciones cuando salió la amenaza de tributación. Mª Dolores del Pino y Pino explicó que, comparado con otros países, “los sueldos son mucho más bajos y por tanto los modelos de otros mercados no necesariamente se aplican”. Además el modelo funciona, como recordó ella: “somos líderes en modelos sanitarios”. Eduardo Ucar sentenció, al respecto que “el financiador sigue siendo la industria farmacéutica. Y seguirá siéndolo”.
Tercera clave: el programa científico es la clave absoluta. Si ya no hay jamón (y hay que decir que el jamón y el iPad han desaparecido de verdad de los congresos), el gancho para que los médicos vengan pasa a ser el contenido: José Zamarriego opinó así que “la clave es el programa científico, todo el resto es segundario”. Hablando con muchas sociedades, uno se da cuenta de la importancia estratégica del contenido para conseguir asistencia. El código ha desembocado así en una enorme mejora del sector, poniendo todo el foco en la calidad de la formación científica.
Cuarta clave: Lo online completará. No fue un tema muy comentado, tratado principalmente por Mª Dolores del Pino y Pino quien explicó que “teníamos muchas reuniones presenciales, desarrollamos la información y contenidos online, como complemento de las reuniones. Nuestras sesiones online a veces superan los 400 inscritos”. Pero estamos en un momento en el cual nadie duda de la supervivencia de los congresos (de hecho José Zamarriego recordó que el apoyo de la industria a congresos estaba al alza) pero la formación online complementa la presencial de forma bastante clara, sea para alcanzar otros mercados como el latinoamericano en el caso español, que no tiene tantas facilidades para venir, o para complementos puntuales de formación para médicos que van a un par de congresos al año pero tienen un complemento continuo de formación durante el año.
El final feliz: el alivio fiscal. En cuanto al tema fiscal, José Zamarriego recordó que ya está en trámite el real decreto que aclara la fiscalidad: la participación de médicos en congresos está exenta de tributación por el receptor.
Jaume Boltà cerró con un mensaje positivo, estimando que estos códigos obligarán al sector “a hacer una reflexión para buscar la parte positiva de estos cambios, puede ser una oportunidad para hacer una pensamiento conjunto por el futuro del sector MICE.” Ya sabes, Darwin…