¿Qué es la digitalización en eventos?

La pregunta de la sesión era clara ¿qué es la digitalización aplicada a eventos? Y las respuestas abren la puerta a varios campos. Desde trasladar un contenido a una plataforma tecnológica, digitalizar la experiencia del evento mediante la tecnología en el pre, durante y el posevento a ser una forma de legar a nuevos clientes, llevarles la experiencia de marca y que esa experiencia tenga un engagement. Y por supuesto, la digitalización viene de la mano de la medición: servirá para arrojar datos del rendimiento de la acción, del comportamiento de nuestro target, ver qué ha funcionado y demostrar para qué se ha hecho ese evento y qué resultado ha tenido, con lo que se deberá poder volcar y reflejar en CRM.

Los datos nos van a permitir personalizar la experiencia, los contenidos, los mensajes. Las plataformas digitales nos van a permitir conocer a nuestros asistentes, establecer una duración duradera y de contacto a largo plazo con él que nos facilitará ir recopilando datos para conocerle mejor, saber cómo es, qué quiere y adaptar sus contenidos y experiencia en el evento. Al final la se conseguiría que el contenido que se ofrece delante de la emoción en el evento presencial está ya targetizado mediante los conocimientos previos que se han ido extrayendo digitalmente.

La digitalización nos está ayudando a medir y a ser más eficientes, más estratégicos. Siempre y cuando tengamos claro qué queramos medir y sepamos cómo analizarlo, qué hacer con ese dato. Las empresas que busquen digitalizar la experiencia tienen que pasar por un trabajo previo de estrategia de medición e incluso de redefinir su modelo de negocio.

Con la pandemia muchas empresas, agencias se han visto forzadas a digitalizarse, no son empresas nativas digitales. Las empresas que están forzadas a digitalizarse para sobrevivir no pueden replicar el mismo modelo de negocio o sus estructuras actuales para trabajar en digital.

Se necesita una transformación de personas, procesos, organigramas, de modelo de negocio. El perfil clásico del organizador de eventos debe evolucionar y las agencias deben integrar en sus estructuras o mediante outsourcing perfiles relacionados con la antropología, el design thinking, la inteligencia artificial o el big data.

El ecosistema del sector eventos está abocado a cambiar. Hay necesidades distintas, nuevas plataformas y nuevos proveedores. Se ha pasado de que el tener una app o una web para el evento a hacer todo el proceso digital. Es un cambio de paradigma que requiere una transformación y adaptación de todo el sector: las agencias deberán diversificar ingresos, rediseñar su modelo de negocio para captar la inversión que se hace en otros canales de marketing; también, más que nunca tienen que poner en valor su papel de consultoras, hablar más con el cliente, asesorarle, aportar más soluciones, aportar soluciones nuevas y salirse del “Sota, Caballo y Rey” porque ya no va a funcionar.

En definitiva, ser todos más camaleónicos, adaptarnos, transformarnos para seguir siendo buenos en lo que sabemos hacer bien, que es generar una emoción, una experiencia.