Primavera Sound 2011, luces y sombras de la logística
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– Durante la primera tarde, se colapsó el único sistema de pago de bebidas a la barra: una tarjeta que en principio tenía que agilizar el proceso de acceso al festival, pago de bebidas y reservas para el auditorio. El error informático causó colas interminables para poder tomar una cerveza, hasta que las barras empezaron a aceptar el pago en metálico.
– Unos días antes del comienzo, la explosión del volcán islandés Grímsvötn hizo revivir la pesadilla del caos aéreo, provocado por el Eyjafjallajökull en 2010. Por suerte las cenizas se dispersaron antes del evento, acallando los temores de posibles cancelaciones de los artistas del Norte de Europa.
– Los que sí no callaron hasta el grito de exultación final fueron los rumores sobre la proyección o no de la final de la Champions en el recinto.
Después de varios días de incertidumbre, la organización decidió que sería más seguro transmitir el partido Barça- Manchester en el escenario Llevant, al fin de evitar movimientos masivos de público: se calculaba que al menos 10.000 personas podrían dejar el recinto de golpe, provocando colapsos en las zonas de accesos y un descenso brusco de las ventas de consumiciones en las barras. La decisión fue un acierto.
La forma de resolver estos imprevistos y la cohesión entre la organización, los sponsors y la producción del evento han hecho que el 2011 confirmase el éxito del Primavera. Seis años después de que el festival eligiera el marco del Fòrum, el área de conciertos se ha ampliado hasta alcanzar 73.800m2, el equivalente a 11 campos de fútbol.
A pesar de haber recibido una afluencia de récord y haber aumentado el número de artistas y el tamaño de su recinto, en la edición 2011 del festival no han faltado los imprevistos
Un nuevo escenario y una nueva zona de colector han sido añadidos, y los espacios han sido redistribuidos para evitar aglomeraciones y mejorar la movilidad. Responsable del nuevo diseño del recinto, en colaboración con la organización del festival, fue LD Eventos, que se ha encargado además de la producción artística y la coordinación técnica de los conciertos.
Explica Agus García, director de la empresa: «El año pasado llegamos a un tope: hacían falta más metros, era evidente. Y la única superficie que se podía ganar era la plataforma marítima»: el escenario Llevant, un espacio de nueva creación que ha compartido los cabezas de cartel con el San Miguel.
Unos días antes del comienzo, la explosión del volcán Grímsvötn hizo revivir la pesadilla del caos aéreo provocado por el Eyjafjallajökull en el 2010
Este festival que no conoce crisis y que ha sabido incorporar la Champions y el mensaje de protesta de los indignados del 15M (Pulp y P.I.L. les dedicaron algunas piezas, y mensajes de apoyo aparecieron entre el público y el personal del evento), ha apostado también por mejorar la sostenibilidad del evento.
«Cada proveedor comunica qué vehiculo desplaza y qué distancia recorre, para calcular qué cantidad de CO2 genera en total el festival y reinvertir su coste. No es una norma obligatoria, pero la organización sí la aplica», dice Agus, «Además intentamos implantar un sistema de reciclaje de vasos. Lo que pasa es que hay que trabajar mucho todavía para superar las limitaciones de la industria del reciclaje en España»./ Francesca A. Crispino