¿Por qué es tan importante la música en un evento y cómo te ayuda en tus objetivos?
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Los griegos ya vieron como el ethos de la música afectaba a la conducta humana: creían que aliviaba a los deprimidos, detenía a los violentos, e incluso llevaba al éxtasis. Más contemporáneamente, Lenn Millbower, training leader de Walt Disney, destacó sus muchas otras virtudes: Establece un ambiente positivo – Ayuda a la memorización y a la secuenciación – Fomenta la creatividad – Aumenta la cohesión, la participación y el trabajo en equipo – Libera el stress – Genera empatía y humor.
El hecho de que la música ayuda a establecer un ambiente positivo es un factor a tener en cuenta en nuestras reuniones. A menudo los participantes se sienten incómodos ante una reunión con desconocidos en una habitación que les es extraña, lo que provoca cierto rechazo al ‘aprendizaje’ y dificultades de concentración. La música, al afectar emocionalmente, desarma esta defensa y evita en gran manera la reacción negativa de los participantes (o al menos de algunos), y les ayuda a compartir e involucrarse en el evento.
Se sabe también que con la música la letra entra; facilita enormemente la memorización: la mayoría de los niños aprenden su alfabeto cantando las letras, y sin embargo los adultos nos hemos olvidado de una herramienta tan eficaz. Se trata simplemente de vincular los puntos clave de la melodía con los mensajes que es importante retener.
La música no solo es creativa en sí sino que fomenta la creatividad. Es ideal utilizarla, por ejemplo, en las reuniones de brainstorming: inspira, relaja, ayuda a la concentración, facilita que las ideas salgan con fluidez y desinhibe el ambiente.
Por otro lado, es una baza considerable en eventos que suelen tener entre sus objetivos la creación de grupos cohesionados: la música aumenta el sentido de ‘pertenencia’ a un grupo o comunidad y facilita el trabajo en equipo. En todas las sociedades, hacer música es con frecuencia una actividad de grupo; ya sean coros, orquestas, himnos, niños en el patio del recreo, la iglesia… Simplemente, a los humanos nos gusta cantar y bailar juntos. Sea espontánea u organizadamente, el hecho de crear o de cantar juntos genera una relación de unión en el grupo.
Hacer música juntos es la principal forma de creación de identidad del grupo; según Mithen, “La música es un medio por el cual los cerebros individuales se acoplan en una actividad compartida”. Si esto es así, entonces debería ser una valiosísima, además de simple, herramienta en reuniones, incentivos o teambuildings. No siempre es fácil conseguir la cooperación entre los diferentes estados de ánimo de los participantes, y sin embargo la música es sumamente eficaz para trascender el yo y fluir con el grupo. Es lo que podría denominar la ‘biotecnología de la formación de grupos’, según Mithen.
Y hablemos de bienestar. Es evidente que la música es una potente herramienta antiestrés: es difícil estar tenso mientras tus pies y dedos comienzan a moverse al ritmo de la música una vez comienza ésta… incluso estando sentados, las áreas motoras del cerebro se activan con ella. Hace unos años, Reuters daba la siguiente noticia: los muy estresados banqueros de un conocido banco de Londres estaban probando un nueva fórmula antiestrés: clases de canto.
Y desde luego, ¿quién duda que la música pone de buen humor, y el buen humor es increíblemente mucho más productivo? Un reciente estudio de la Universidad de Sheffield, en el Reino Unido, cuenta Laila Robles, demuestra que el buen estado de ánimo es un factor determinante para nuestro rendimiento. La euforia que produce es la causa de una liberación de endorfinas significativas, aumenta ligeramente el ritmo cardiaco y la tensión arterial generando adrenalina, lo que definitivamente es ideal para combatir la rutina y el aburrimiento.
¿Quién dijo que no a la música en meetings? Let the music play! Tus participantes, y tus clientes te lo agradecerán.