¿Por qué el precio del catering es mucho mayor que el de un restaurante?

A la hora de seleccionar la oferta gastronómica de nuestro evento, en muchas ocasiones y por las características del acto la mejor opción es contratar un catering. Si eres de los que se suele quejar de los altos precios que supone este servicio comparado con el menú para grupos de un restaurante, este artículo es para ti. ¿Alguna vez te has preguntado qué es lo que genera este sobrecoste? Junto con la Corporate Sales Manager de Grupo El Antiguo Convento, Eva Pérez Torres, desgranamos todos los puntos que explican por qué tienes que pagar más si realmente quieres que el catering para tu evento sea todo un éxito.

1. El personal

Las empresas de catering no tienen el mismo flujo de trabajo cada semana ni cada mes, como podrás imaginar. Además de tener en cuenta las temporadas altas y bajas para estas compañías, cada evento es un mundo y tiene unas necesidades específicas según cómo sea la oferta gastronómica que se proponga. El número de comensales, el tipo de servicio que se ofrecerá (desayuno, aperitivo, comida o cena), si se optará por el formato cóctel, banquete o ambos…

Esta gran variedad de circunstancias a la que los caterings han de enfrentarse atendiendo a las necesidades de cada evento supone que, a diferencia de los restaurantes, la contratación temporal sea lo más frecuente. Como explica Pérez Torres: “En el restaurante tienes un personal en plantilla, mientras que en catering utilizamos contratos eventuales. Además, el Gobierno ha agravado el coste este tipo de contratos con un extra de 26 € por contrato de este tipo.”

2. El transporte de los equipos de cocina

Cuando el espacio no cuenta con todo el equipo necesario para preparar las elaboraciones que más tarde se servirán en el acto, no queda más remedio que transportarlo: utensilios de cocina, horno, microondas… ¿Cómo ponerlo en funcionamiento si no contamos con puntos de electricidad para poder conectar toda la maquinaria que la necesita? Añadimos un coste más: el del generador, indispensable para poder encender estos equipos y tenerlo todo listo a la hora de servir a los comensales.

3. El transporte de la decoración

Al igual que con los equipos de cocina, la decoración y el menaje son otros factores a tener en consideración a la hora de añadir al precio final del catering. Sí, esto ya lo pagas en un restaurante, pero su traslado hasta el venue donde el evento tendrá lugar es otro factor añadido que eleva el coste de estos servicios itinerantes, y que no se incluiría si se celebrase en un local fijo.

4. El transporte de los alimentos

Otro punto indispensable y base de cualquier tipo de catering es el traslado de los alimentos hasta el lugar de la celebración. Sin embargo, su transporte supone un mayor esfuerzo económico por parte de la empresa de catering más allá del mero traslado en sí, que más tarde repercutirá en el precio final de sus servicios.

Tal y como apunta la Manager de El Antiguo Convento, para garantizar que los alimentos lleguen en buen estado hasta el espacio de cocinado no se puede utilizar cualquier sistema de transporte, sino que deben hacerse uso de camiones isotermo: camiones cuyas paredes – incluyendo, suelo, techo y puerta – son aislantes. A través de su uso, se consigue generar un espacio en el que controlar los cambios de temperatura. Este transporte genera un precio superior del servicio, además de por incorporar este sistema de aislamiento, por los costes añadidos que surgen como consecuencia del cumplimiento de la regulación específica que han de seguir.

5. Carpas para el cocinado

Para preparar la comida que más tarde se ofrecerá en el evento, se colocan carpas en las que los cocineros pueden trabajar con discreción en los venues que no disponen de un espacio de cocinas. Además, algunas de estas carpas están preparadas con tomas eléctricas, de forma que el equipo de cocina se pueda utilizar con normalidad.