5 ideas a tener en cuenta para trabajar la cultura de empresa

La cultura de empresa como factor determinante en el rendimiento

Juan Mancisidor describió la cultura de empresa como el conjunto de relaciones entre los miembros de una organización. Según él, «la manera en la que hacemos las cosas y nos relacionamos en cada lugar, en cada empresa, es diferente», lo que refleja la importancia de las experiencias y los relatos colectivos en la configuración de la cultura organizacional. Esta cultura, muchas veces intangible, influye en aspectos tan fundamentales como la confianza, la participación y la resolución de conflictos dentro de los equipos.

La cultura no solo se refiere a los procesos formales, sino también a esos «elementos invisibles» que afectan la dinámica interna de las empresas. Mancisidor añadió que «si mejoras tus indicadores de cultura, mejoras tus indicadores de efectividad». En este sentido, la salud organizacional – que se traduce en bienestar y compromiso – puede incrementar la productividad y reducir el absentismo. Una cultura sólida y saludable es esencial para lograr buenos resultados.

Trabaja en la cultura organizacional desde el inicio

No te equivoques: la cultura organizacional no puede dejarse al azar y debe ser monitorizada en todo momento, ya que, de lo contrario, los problemas no se detectan a tiempo y se manifiestan solo cuando se desencadenan conflictos. La clave está en no esperar a que los problemas sean visibles, sino en trabajar desde el principio para evitar que se produzcan.

¿Cómo trabajarla? Es fundamental involucrar a diversos niveles dentro de la empresa, desde el equipo directivo hasta los empleados de base. A través de la colaboración de todos los niveles jerárquicos, se facilita una transición más efectiva hacia una cultura más alineada con los objetivos de la organización.

El poder de los eventos internos para transmitir cultura y valores

Los eventos internos, como convenciones, fiestas o reuniones, son oportunidades perfectas para reforzar los mensajes culturales dentro de la organización. Eso sí, encárgate de que los asistentes puedan vivir y experimentar la cultura de la empresa en el evento.

Onofre Vicente explica que, para transmitir en un evento que todos los trabajadores debían “remar juntos” por los mismos objetivos, “metimos una trainera en el salón de eventos, en la que todos debían sentarse y hablar”. Una manera muy visual para que los valores de la empresa se quedasen grabados en la memoria de los empleados.

**Las power skills como habilidades esenciales para el futuro**

No perdamos de vista que habilidades como la empatía, la comunicación y la inteligencia emocional cada vez cobran más protagonismo. Borja Castelar hizo hincapié en la creciente relevancia de las power skills o habilidades blandas, pues según estudios recientes, «el 85% del éxito profesional depende de estas habilidades». Así, en un mundo cada vez más impulsado por la tecnología y la inteligencia artificial, las habilidades técnicas pierden parte de su protagonismo y las habilidades sociales se convierten en un factor diferenciador.

Uno de los mayores desafíos, según Castelar, es que estas habilidades no se enseñan en la educación formal. Este vacío educativo también se refleja en muchos congresos y eventos de empresa, donde las oportunidades para fomentar estas habilidades aún son limitadas. Para el autor de Power Skills, la clave es «inspirar a las personas a que haya acción y cambio», utilizando los eventos como plataformas para abrir puertas hacia el aprendizaje de habilidades que no siempre están en el centro del debate empresarial.

A esta idea se unió Onefre Viente, quien destacó que los congresos deben ir más allá de los formatos técnicos y científicos, ya que son también una excelente oportunidad para promover habilidades como la persuasión, la empatía y la creatividad. Sin embargo, aclaró que «un congreso nunca va a ser el cambio fundamental», sino una «espoleta» que impulse el proceso de aprendizaje y cambio dentro de las organizaciones.

**Los influencers internos son clave para el cambio cultural**

Fíjate en tu equipo y descubre qué empleados son especialmente influyentes sobre el resto, porque pueden ser tus grandes aliados a la hora de impulsar cambios culturales en la compañía. No, estos trabajadores no tienen por qué ocupar altos cargos directivos, pero poseen un alto grado de interacción informal que puede ser aprovechado para contagiar las nuevas prácticas culturales. De hecho, el análisis de redes organizacionales es una de las herramientas sugeridas para detectar a estos «influencers» dentro de la empresa