[Off]: Vuelve la mesa presidencial

“Tras un año de parón, tenemos que volver a aprender”, comenta Salvador de la Rosa, el director de la agencia Pomelo Events, tras darse cuenta de que no recuerda nada de lo que es esto de los eventos. “Lo de la bici es verdad que no se olvida, pero cuando veo ‘escaleta’, ‘planning de montaje’ o ‘meeting design’, pues no me suena a ná”, dijo, visiblemente preocupado.

“Creo que tendremos que seguir la evolución natural de nuevo, y volver a empezar desde el principio”, dijo ante sus empleados millenials sorprendidos. Su próximo evento se basará en una gran mesa presidencial de madera maciza adornada con varias banderas. “¿Ves? Ponemos a todos los speakers allí detrás, y que no se muevan. Si ponemos rótulos con los nombres, puede ser chulo, ¿no?” comentó a su equipo antes de sacar un carrusel de diapositivas. “Clac, clac, y pasas al próximo mensaje, esto es increíble, estamos en la hora de la comunicación visual”, añadió.

Según los expertos, todo el sector tendrá que seguir el mismo proceso de re-aprendizaje. Los event managers volverán a llamarse en las empresas “Pepita la de los saraos” y se seleccionarán bajo un único criterio: “ser espabilada”. Las agencias serán gestionadas por dos amigos que hacían fiestas de estudiantes juntos y todas se llamarán con algo que empieza con “evento”. Las validaciones de proyectos se harán por fax. Solo se podrá hacer un evento en un hotel con uno de los seis montajes de su tabla oficial de capacidades de salas. El colmo de la creatividad será poner zancudos en la zona de cóctel, y los mimos harán su gran regreso al mundo del evento. La petición de azafatas para un evento volverá a ser “Manolo, ponme cuatro chicas guapas”… Incluso podría verse que los clientes paguen los proyectos a menos de 180 días. Y lo más interesante de los eventos volverá a ser el gin tonic. Ah no, que esto nunca se había ido…