Momento de incertidumbre…¿qué podemos hacer ante esto?
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La incertidumbre se da cuando no podemos establecer predicciones certeras sobre el futuro, nuestro comfort se ve alterado e incluso podemos pensar que la realidad escapa a nuestro control. Esto la convierte en una de las emociones más incómodas y difíciles de gestionar. Además, la incerteza provoca pensamientos anticipatorios y existe el riesgo de que se convierta en clícica, pues el cerebro intepreta realidades imaginarias que no han ocurrido como reales y estos pensamientos a su vez nos llevan a otros. Si además estos pensamientos son negativos y se mantienen en el tiempo, es cuando la incertidumbre se transforma en miedo, generando estados de pánico y ansiedad. ¿Qué podemos hacer para salir del bucle y controlar estos pensamientos? Fundamentalmente aprender a relativizarlos, toma nota de estas claves para ello:
- Asume la normalidad. Lo primero que has de saber es que en este tipo de situaciones es normal que tengas este «jaleo cerebral». La incertidumbre, como el resto de emociones, tiene una función adaptativa frente a una situación de posible peligro desconocido que nos fuerza a huir, o a adaptarnos. Lo importante es que la decisión que tomemos, esté determinada por motivos racionales.
- Céntrate en lo que está en tu mano. Pregúntate qué puedes hacer tú para mejorar la situación en la que te encuentras, qué está realmente bajo tu influencia. Dedicarse a lo que queda fuera de aquí solo consumirá tu tiempo y energía. En la mayoría de situaciones podremos hacer algo para cambiar o solucionarlo, pero si no, trata de asumirlo amablemente y aprende a convivir con el cambio constante. El psicólogo Carl Jung decía “Aquello a lo que te resistes, persiste. Aquello que aceptas, se transforma”.
- Infórmate (en fuentes fiables) sobre lo que te preocupa. El conocimiento te permite aprender, anticiparte y prepararte para las situaciones posteriores. Pero a la vez evita la infoxicación: elige un momento del día para informarte; aunque es complicado por el bombardeo de conexión que vivimos, trata de controlarlo. Que el miedo no se apodere de tu ansia para querer saberlo, todo porque al final puede ser contraproducente. Piensa también que si algo es realmente importante, lo sabrás.
- Adelanta un plan de acción para aquellas posibles situaciones que te preocupan y que pueden llegar a ocurrir. Dedica tus pensamientos no tanto al qué pasará, si no a qué harás si esto ocurre de verdad. Esto vuelve a darte la sensación de control y a tranquilizarte. Tampoco confundas la planificación con el control. Tu plan ha de ser flexible y poder adaptarse a la evolución de la propia situación, si no quieres tener que empezar de cero cada vez.
- Destaca tus pertenencias frente a tus carencias. Al hilo con el primer consejo, en lugar de centrarte en lo que te falta, pon el foco en lo que tienes por simple que parezca, valóralo, agradécelo. Puede parecer el típico consejo «mal de muchos consuelo de tontos» pero esta tarea te hará ser consciente de tus herramientas para establecer el punto de partida para tu plan. Por ejemplo, hay venues que se han convertido en hospitales improvisados. Pregúntate ¿Qué tienes? ¿Cómo lo puedes transformar y aprovechar al máximo ahora mismo?
- Toma perspectiva. Seguro que has vivido situaciones inciertas anteriormente, ¿imaginabas al tiempo que terminarían como lo hicieron? Trasládalo al aquí-ahora ¿esta situación te preocupará o influirá el curso de tu vida de aquí a unos años? Por suerte, vivimos los tiempos en los que la reinvención es más factible que nunca y además es la clave para la innovación. Existen técnicas de visualización como “sobrevolar la situación y verla como un pájaro” que son utilizadas para distanciarnos y salir de nuestro bucle.
Más allá de estos consejos genéricos, aquí van unos consejos extra para esta situación tan excepcional que vivimos:
- Planea una rutina diaria y cúmplela. Ahora más que nunca tienes tiempo para organizarte, y para llevar a cabo tu agenda diaria. Ya te habrás incluso hartado de leer y escuchar propuestas para estos días en casa por todos lados. Plásmalo en un calendario lo más similar al habitual. Descansa y come bien, continúa teletrabajando y/o estudiando, dedica mínimo una hora para actividad física, realiza actividades de ocio que antes no podías y mantente conectado con los tuyos.
- Convierte a la tecnología es tu aliada. Hoy día puedes hacer prácticamente todo de forma virtual. Aunque a nivel emocional no serán las mismas sensaciones del vivo y en directo, a nivel conductual/cognitivo el resultado será similar y mantendrá esa distracción de tu tiempo de modo activo, en lugar de dedicarlo a divagar.
- Cuida tu mente, no la presiones, aprovecha para permitirte fluir durante un tiempo. Como dijo Chaplin «Nada es para siempre en este mundo, ni siquiera tus problemas.
- Pero sobre todo, si lo necesitas, pide ayuda profesional.
Desde la redacción de Grupo eventoplus deseamos que estés bien, te animamos y esperamos que la información que te trasladamos sea para ti, más útil que nunca. Si así conseguir mitigar un poco la incertidumbre. Gracias por seguir aquí.