Marrakech, la llamada del Sur
Compartir noticia
Escuchar
Y pese a que Casablanca es la capital económica y Rabat la administrativa, la piedra angular es sin duda Marrakech, que concentra casi un 90% de los eventos y los más de 9.000 congresos anuales del país. Proximidad, clima, exotismo, precios e infraestructuras de primera fila son las bazas de la apodada La Perla del Sur.
El aire caliente y dulzón que golpea al viajero cuando baja de la escalerilla del avión no engaña: hemos cambiado de continente, de escenario, pese a las escasas dos horas de vuelo. Acabamos de aterrizar en un mundo multisensorial capaz de envolver de color, sabor y olores incluso al evento más anodino.
Fuerte apuesta por el golf
Enclavada a los pies del Atlas, esta tradicional encrucijada histórica de mercaderes recibe durante otoño, invierno y primavera congresos de alto nivel y está en constante renovación: uno de los objetivos actuales de las autoridades es convertirlo en destino de lujo para los amantes del golf, y se proyectan construir nada menos que 17 campos.
El alma de la ciudad es su celebérrima Medina de callejuelas laberínticas que confluyen en una de las plazas más famosas del mundo, Jmaa el Fnaa, pero tras las murallas que envuelven la ciudad medieval hay otras Marrakech: por una parte, la ville nouvelle, levantada por los franceses hace un siglo, tan dinámica que cada mes encontramos nuevos restaurantes y venues y por otra, el Palmeraie, una inmensa plantación de palmeras donde se concentra gran parte de los hoteles de mayor categoría y los campos de golf.
Uno de los expertos que mejor ha podido apreciar la evolución de la Ciudad Roja es Antonio Guerra, director general de Luxotour, empresa de organización de viajes a Marruecos desde los años 60.
Antonio subraya el cambio desde la «escasez de infraestructuras y la dificultad de la organización de viajes de incentivo en esa época, hasta el día de hoy, en que puede organizar eventos de cualquier dimensión con total garantía de éxito».
Lujosos riads para montajes de empresa
En cuanto a los hoteles, la ciudad cuenta con una amplia planta hotelera de cinco y cuatro estrellas, así como numerosos pequeños y suntuosos riads dentro de la medina, desde cinco hasta 50 habitaciones que permiten cualquier montaje interior.
Por supuesto, otra ventaja es la relación calidad-precio, «la mejor de la zona», según Joan Casado, director de CWT Meeting & Events de Barcelona, que también destaca de este destino su gastronomía, su «belleza natural, paisajística y monumental», así como su gente y calidad del servicio.