Marrakech con los cinco sentidos

Amanecer en el desierto… desde las alturas. Si ver amanecer en el desierto ya es una experiencia única, imagina ver este espectáculo desde las alturas. Luxotour sugiere descubrir Marrakech desde el aire a bordo de un globo aerostático para ver salir el sol sobre La Perla del Sur. Si nos apetece más movimiento, también podemos optar por ver la ciudad desde las alturas en helicópteros o ultraligeros.

Noche bajo mil estrellas. Cualquiera que haya pasado una noche en el desierto te contará la impresión que producen las miles de estrellas que llenan el cielo sobre las dunas. Dunes&Déserts organiza excursiones nocturnas en las que se lleva al grupo al desierto con rumbo desconocido… un secretismo que, según nos confesaron sus responsables, empieza a provocar inquietud en el grupo hasta que de repente en medio de la oscuridad aparezca un campamento de la nada. Algunos de ellos son permanentes, y otros se montan a medida, y van desde el lujo más absoluto al más aventurero vivac.

Póker de cenas temáticas. Un laboratorio farmacéutico disfrutó de un macro evento en Marrakech organizado por Luxotour. Mil invitados llegaron en aviones fletados desdetoda España y fueron distribuidos en cuatro hoteles, en cada uno de los cuales se montó un cuartel general de asistencia 24 horas para ellos. Durante varios días estuvieron reunidos en 78 salas repartidas por los hoteles y palacios de congresos de la ciudad.

Un punto lúdico del programa fueron las cuatro cenas temáticas: para la Cena Fantasía se cerró en exclusiva el complejo Borj Bladi, con un teambuilding de batucada, donde cada integrante del grupo contaba con un instrumento al que siguió la cena. La Cena Palacio Árabe se realizó en un auténtico palacio con cabida para todo el grupo y contó con varias danzarinas del vientre. Para la Cena Casablanca en el complejo Pachá Marrakech, se montó una cena temática sobre la mítica película, en la que figurantes ataviados daban la bienvenida a los clientes y se proyectó durante la cena el film… Por supuesto no faltó el pianista con «tócala otra vez Sam». Por último, el Campamento Nómada se montó en pleno palmeral con grandes jaimas, suelos alfombrados y gastronomía fusión española y del desierto marroquí. Los clientes pudieron disfrutar de un concierto en vivo y en directo del grupo Danza Invisible de los 80´s y DJ hasta el amanecer en el palmeral.

Cobras y 4×4 por el Atlas. Aventura en estado puro… Es el recorrido en 4×4 por el Alto Atlas que organiza Imagen Límite. Entre otras sorpesas, el grupo conocerá a un auténtico aissaouia (adoradores de serpientes),que les mostrará su dominio sobre estas inquietantes criaturas, cuyo veneno puede ser mortal, como el de la cobra negra. Durante la ruta, también dormirán en sacos de dormir bajo las estrellas, y por supuesto no faltarán las visitas imprescindibles como a la fortaleza Ait Ben Haddou.

Escapada a Essaouira. La agencia Viajes Marrakech propone una excursión de un día a la localidad costera de Essaouira para dar una vuelta por su Medina, visitar el famoso puerto y disfrutar de un almuerzo a base de pescado fresco en los coloridos restaurantes del puerto. Una propuesta que suele gustar a los grupos es visitar en esta población las cooperativas de mujeres que fabrican aceite de Argán y alfombras.

El Marrakech más cultural. Por supuesto, la visita a la vieja Medina es un must en cualquier viaje de incentivo a la ciudad, pero ¿por qué no ir más allá del turista tipo y descubrir su hechizo de la mano de un artista experto en los secretos de sus callejuelas? Nuba propone explorarla acompañados de conocidos escritores españoles, en un recorrido histórico-literario por la vieja Medina que no olvidarán. O, ¿por qué no? visitar el viejo mercado del Bab el Khamis y el barrio de Sidi Ghanen con una diseñadora colombiana afincada en la ciudad.

Ambiente del Dakar. Luxotour cuenta con una serie de programas de aventura para aprovechar el exotismo de este destino. Una de las más llamativas es la que recrea una etapa del Raid París Dakar. El grupo llega en avión a Er Rachidia, en el sur del país, para encontrarse los vehículos vinilados. Armados con un GPS con la ruta georeferenciada y una radio que les intercomunica, el grupo estará liderado por un corredor del París-Dakar que dará sus consignas a través de las ondas. Una cámara HD fija en cada vehículo grabará la aventura para que el grupo disfrute recordando la aventura en la cena de despedida. El convoy bordeará los palmerales del Valle del Ziz hasta el almuerzo a base de barbacoas de carnes en el propio palmeral. Por la noche, llegan a un campamento nómada en Erg Chebbi, con lujosas tiendas de 25m2 con camas de hierro forjado, duchas de agua caliente y todas las comodidades.

Cine y Kasbahs. Los alrededores de Marrakech han sido escenario de muchos rodajes, algo siempre atractivo para incentivos. CWT organizó uno de tres días volando directamente a Ouarzazate en el que destacó una comida en una gran carpa nómada que se instaló a los pies de la Kasbah Ait Ben Haddou, así como la visita a los estudios de cine Salam, donde se han rodado películas como Lawrence de Arabia o Gladiator. Se complementó con una cena en la Kasbah de Telouet, en cuyo Patio de Armas se hizo un lujoso montaje con orquesta andalusí, danza del vientre y DJs.

Solidaridad. En un país como Marruecos podemos siempre incluir un toque de solidaridad. Joan Casado, de CWT, nos explicó que este tipo de propuestas es de las que suele calar más en el asistente. Entrega de material docente en escuelas, construcción de pozos de agua… son acciones que se enmarcan dentro de los programas y aportan un valor añadido al viaje.

Aventura motera. Javier Garrido, de Viajes Excelsior, considera este destino un auténtico paraíso motero. Para grupos de hasta 10 personas, organiza un itinerario por Marrakech. Les acompañan un motero de enduro que va abriendo camino, otro que cerrará la caravana con su Toyota Hi-Lux PickUp y lleva todo lo necesario, y un mecánico marroquí. La ruta empieza con un vuelo Madrid-Marrakech, con traslado a Ouarzazate. Tras recoger las motos, descansan en el hotel y el segundo día ya empiezan las rutas, algunas de más de 300km y no exentas de contratiempos como averías y tormentas de arena.