Debate: Cómo el sector de eventos y el audiovisual se unen en la industria del entretenimiento
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Este contexto fue el protagonista de la jornada que organizamos desde eventoplus junto con Spain Film Commission, a partir del que escribimos el artículo que publicamos en eventos magazine sobre eventos de cine. En este encuentro profesional entre diferentes perfiles del sector de eventos y la industria audiovisual, el objetivo era recoger todo el conocimiento de ambos mundos y, especialmente, conocer la integración e interconexión entre estas dos grandes industrias. En él participaron Carlos Rosado y Lara Molina, de Spain Film Commission; Sergio Gómez y Leticia Losada, de Callao City Lights; Carlos Girón y Luna Ruíz de Dissimility; María Prada de Madrid Film Office; Cristina Íñigo y Samuel Castro, de Iberseries; Raúl Izquierdo, Nacho Fernández Vega y María Cubero, de Telefónica Broadcast Services; y Rafael González, de Inusual.
En las próximas líneas recogemos las principales reflexiones del debate, enfocado en analizar cómo los eventos ayudan a promocionar las producciones o como estas despiertan nuevas experiencias, oportunidades de negocio o iniciativas relacionadas con el mundo del entretenimiento.
El cine se convierte en experiencias
Es obvio que cada vez vivimos más pegados a las pantallas, lo que hace que nuestra forma de comunicarnos e incluso nuestro estilo de vida sea también más audiovisual. Esta constante convivencia con las pantallas tiene una gran desventaja a nivel social que las plataformas – y, cada vez más, las productoras – están sabiendo aprovechar: nos encontramos en una situación de saturación audiovisual, lo que hace que estas experiencias creadas en torno a las películas y series nos permitan, al vivirlas en nuestra propia carne, sentirnos más unidos a la historia que se cuenta y convencernos para acudir a la sala de cine a verla. De ahí la importancia de de crear eventos como parte de la estrategia en promoción
Raúl Izquierdo: Está la necesidad de experiencia para conseguir atraer a la gente a la sala. Hoy todo el mundo en su casa tiene una pantalla grande. Aquí puede residir el interés para que la gente vaya al cine: es vivir una experiencia diferente al ir a ver una película en el cine, que en un mes podrás verla mucho más cómodo en tu casa. Ahí no creo que pueda ser un elemento que cambie el buscar experiencias diferentes para ese consumo.
María Prada: La esencia del cine no se debe perder. Pero me encantaría también ver al cine también progresar y hacer una experiencia distinta, que la película fuera una experiencia y no solamente ir a ver el contenido audiovisual. Que supusiera una ambientación.
Carlos Girón: Creo que, de cara a futuro, habrá eventos en los que yo coja un espacio gigante y de repente, durante cuatro días vaya a programar un evento de cine, en el que hoy no sé qué va a pasar, pero que seguro que va a ser la bomba.
Rafael González: Ya hay eventos en los que vives una experiencia inmersiva, en los que hasta te convocan. No sabes adónde vas a ir ni adónde te van a llevar, ni qué personaje te van a dar. Esto se está haciendo en Inglaterra. No sabes cuál es el perfil de personaje que tienes y te llevan de repente a una nave a las afueras de Londres. Entras en réplica de una de las escenas de Star Wars… Es un espacio inmersivo, que requiere de una inversión brutal.
*Secret Cinema es la experiencia inmersiva de Londres. Ellos te llaman y te dan un personaje al azar, no sabes cuál es. Tú vas allí y te hacen un recorrido experiencial. Es un complemento de la película y te permiten tener el protagonismo y vivir en primera persona la película. Unión de lo audiovisual con la experiencia.
Sergio Gómez: Es lo que vende Stranger Things: vende los tres primeros meses de Netflix y, después, no vende nada. Es decir, que es el contenido el que vende lo importante. Pero no hay que perder el norte: son cuatro marcas tipo Harry Potter y Juego de Tronos… pero no representan el sector cinematográfico.
Los hábitos de consumo cambian: se veían películas antes, porque el exhibidor tenía que vender una hora y media de cine. Ahora me vienen películas de 03:30. El consumo cambia y nos vamos adaptando y al final de tanta saturación el público reclama experiencias, pero yo creo que es muy importante separarlo porque el público va a seguir consumiendo contenido en casa.
María Prada: Esto pasa en el cine de verano. Se hace mucho en espacios como Conde Duque y, en los festivales, se hacen coloquios de las principales proyecciones.
Integración creciente del entretenimiento en sus diferentes formatos
¿Cómo se materializan esas experiencias que las plataformas y productoras están comenzando a utilizar para atraer a los potenciales espectadores? A través de eventos en los que se puede vivir la historia de la película o serie de forma inmersiva e interactiva. Los asistentes quieren convertirse en un personaje más y sentir que forma parte de la historia, lo que supone la implicación del tacto, el olfato y el gusto – además de la vista y el oído – para vivir la experiencia al completo.
Raúl Izquierdo: Tenemos la parte de producción, tanto técnica como a nivel de contenidos y la parte de agencia, en la que está la parte creativa y la ejecución de eventos. El evento ha de tener la misma organización. Tienes que tener algo guionizado, tener las técnicas que se utilizan a nivel de contenido para darle un sentido al evento o a la serie de eventos. Creo que lo diferencial es darle esa narrativa al evento para que tenga sentido.
Ignacio Fernández-Vega: No hablo de cine o de series, hablo de entretenimiento. Tienes una parte muy vinculada a lo que todos conceptualmente tenemos el audiovisual, la película, la serie. Eso está muy bien y es una parte del entretenimiento, pero es importante pensar en cómo lo amplifico, cómo genero esa comunidad que me va a dar alas para repetir en una saga, en una serie, en un evento.
Queremos tener una comunidad. Lo difícil es que las aproximaciones que se han hecho en los mercados son de especialista y de «yo hago esto, que no tiene nada que ver con lo que haces, y no nos juntamos». No somos capaces de cohesionar eso de una manera coherente y no tenemos recursos para decir «hago todo». Es verdad que, como ahora mismo estamos viendo que hay un volumen de oferta de entretenimiento tan brutal, tenemos una necesidad todavía mayor de generar ese impacto y ese es el gran reto que tenemos hoy.
Interacción con el público y comunidad
No perdamos de vista una idea clave que se destaca en el artículo “Hollywood studios are finding new ways to bring stories to life”, publicado en The Economist: si inicialmente los eventos creados en torno a series y películas se organizaban como una forma de monetizar el contenido audiovisual, al igual que se hace con el merchandising o con los parques temáticos, ahora y con la irrupción de las plataformas de streaming los eventos tienen una nueva finalidad: fidelizar a los espectadores y crear comunidad entre sus fans.
- En festivales, hay este networking, este efecto de comunidad pero el espectador sigue siendo alguien con el que la interacción, la participación, la estrategia de datos… es limitada. ¿Las productoras pensarán las películas o series como elemento de creación de comunidad?
Ignacio Fernández: Ya ocurre. Ya se mide todo. Y es verdad que ahora mismo, incluso antes de estrenos, se hacen análisis de los proyectos y se toman decisiones relacionadas con las películas. En EEUU hay empresas que se llevan al director y al productor y les meten en una sala con público y observan cómo el público interactúa con lo que se está viendo de la película. Y en función de eso toman la decisión de si modifican la película.
Ahora tenemos un mayor volumen de información, lo que estamos es intentando procesarla, porque tenemos bancos de información, pero no la habíamos ordenado ni parametrizado, y esto nos está llevando tiempo, dinero.
La deriva del cine hacia las plataformas
Las plataformas de streaming que han ido aterrizando en nuestro país cuentan con una ventaja significativa con respecto a las productoras que emiten sus contenidos en cartelera: no necesitan vender entradas para que las producciones sean rentables, ya que las propias plataformas son el canal a través del que los espectadores disfrutan del contenido. Esto significa que el presupuesto con el que cuentan Netflix o HBO Max para promocionar sus nuevas series o películas es muy superior al de productoras como Sony o Paramount, que han de destinar parte de ese dinero en vender el contenido audiovisual a las salas de cine.
Sergio Gómez. Debemos entender por qué hay una necesidad de hacer un estreno. Antes solo estrenaban las majors, si venía un talento internacional. ¿Por qué? Porque el presupuesto para el que va un estreno de cine parte de un presupuesto en el cual tú tienes que vender tu película en tu país. Ahora no se venden menos entradas, se ven en plataformas… Tienen presupuestos hasta 25 veces más altos que las majors. Una plataforma puede gastarse medio millón de euros… y una major no tener 30.000 para estrenar… Disney lleva muchísimos años en este gremio, va a venta en taquilla… pero ahora tiene una plataforma con la que juega a dos bandas y entienden que a través de ese impacto del evento tienen suscriptores. Sony vende una peli que está dos meses en cartelera, pero Netflix tiene un gran catálogo, entonces considera ese presupuesto como evento de marca.
Carlos Girón: Estoy harto de sentarme solo en la sala. La industria está derivando a las plataformas, y si no fuera por ella no habría industria del cine. Las instituciones van a tener que apoyar muchísimo esa industria porque va para arriba. Y nosotros, como productores de encuentros entre la industria y su público, vamos a ser muy relevantes a la hora de producir.
El rodaje y el evento de cine como promotores del territorio
Los propios destinos en los que se graban estos contenidos audiovisuales de alcance mundial también se han dado cuenta del potencial que tiene que la ciudad se convierta en el escenario de una serie o película. ¿Los motivos? Hay dos principales. Por un lado, el rodaje en sí supone un importante motor económico para el lugar en el que se graba: se tienen que montar platós en el destino, alojar al equipo en el lugar y, en muchas ocasiones y para reducir los costes de traslado, se contratan proveedores locales. Por otro, se ha demostrado que el audiovisual es una fuente muy importante de movilización de personas, tanto es así que incluso comienza a ser considerado como un gran promotor del destino en el que se rueda.
Carlos Rosado: hemos llegado al último escalón de cambio visual: le enseñamos al consumidor final los lugares donde se han rodado sus películas o series preferidas, creando productos que luego son susceptibles de ser explotados por el sector privado. Juntar aquí todos estos elementos diversos de los que tanto los profesionales del mundo de la publicidad como aquellos del mundo de los eventos o la producción abre un gran abanico de oportunidades.
María Prada: En los tres últimos años el Ayuntamiento ha sacado ayudas directas a los proyectos de audiovisual, de largometraje y series, y también es un sector que se ha declarado como estratégico que ahora mismo. El apoyo institucional está, hay que mantenerlo y obtener los datos para comprobar cómo incide en la industria audiovisual.