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Los olvidados entre los olvidados

Los olvidados entre los olvidados

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Eric Mottard
La cultura, nueva mina de oro de experiencias   ¿Cuánto pesa nuestra industria?   Los organizadores se mantienen optimistas para el 2025 pero piden más flexibilidad
Como siempre, aclaremos aquí que estamos tratando de temas “solo” económicos, algo que puede parecer secundario en momentos de pandemia, pero que no dejan de ser la vida de la gente, el empleo, el bienestar. Tras este preámbulo, al lío: nos quejamos a menudo de ser una industria olvidada, no comentada en medios o en medidas del Gobierno (¡las normas MICE del ICTE, más esperadas que una temporada de Game of Thrones!). Y es verdad: todavía no existimos. Pero dentro de este sector olvidado, hay segmentos que lo tienen más complicado aún: audiovisuales y empresas de producción están a punto de pagar la falta de identificación de nuestro sector, identificación que se tendría que hacer por convenio y códigos IAE. La asociación APAC lanza un grito y pide que las medidas del estado de alarma se extiendan para su sector. ¿Pero cómo? Por Eric Mottard

Como sabes, situación complicada

Todos sabemos ahora que el sector de eventos (en un sentido amplio, evento corporativo, cultural, deportivo…) ha sido el primer afectado y probablemente sufrirá más tiempo que cualquier otro. Como sabes, el encuentro físico, enemigo del Covid-19, es la base misma del evento. Esto significa que las empresas que viven del evento tendrán una crisis más aguda que otras, con menos posibilidades de tener actividad hasta la solución sanitaria del problema.

Pero no es solo la solución sanitaria: las empresas con las que hablamos predicen que cuando mejore la situación sanitaria y se puedan volver a hacer eventos, el evento cultural, que depende mucho de financiación pública, se dejará probablemente de lado cuando los presupuestos vayan destinados a sanidad y ayudas sociales. Entendible, claro, pero el efecto en las empresas de audiovisuales y sus plantillas será más duradero aún.

El resultado es una situación muy complicada de empresas que suman a sus plantillas la inversión en material y, por tanto, costes fijos significativos. Una empresa hace su previsión financiera para sus créditos asumiendo que puede tener 6 meses con cero actividad…

¿Cómo aguantar?

Muchas empresas se han adherido al ERTE por fuerza mayor, pero con el final próximo del estado de alarma, este tipo de ERTE ya no será posible salvo para algunos sectores. Y adivina: el sector del metal (y muchos sectores en los que están identificadas las empresas de audiovisuales) no forma parte de estos sectores especiales.

En este contexto, la asociación de empresas de audiovisuales de Cataluña APAC lanza un manifiesto en el cual piden, entre otros, la posibilidad de extender el ERTE por fuerza mayor más allá del final del estado de alarma (hasta que se puedan utilizar los espacios a pleno aforo), un aplazamiento de las deudas tributarias a 18 meses, o líneas de financiación bonificadas. Puedes ver aquí este manifiesto y las peticiones que hace.

El problema: no (todos) somos identificables como “eventos”

Aquí llega el problema: estas empresas apenas existen a nivel administrativo. Los códigos IAE se han definido hace mucho tiempo, no se han actualizado, y un sector bastante reciente (el sector de eventos) no es identificable. Se ve en agencias (algunas están en oficinas y despachos, otras en agencias de viajes, etc.) pero se ve mucho más en empresas de producción y audiovisuales, sector donde muchas están en el convenio… del metal. Pero el gran problema es la variedad: un sondeo hecho por APAC a 40 de sus miembros muestra que pertenecen a 25 códigos IAE diferentes. Si hay tanta variedad es porque, simplemente, los códigos IAE no tienen una casilla para este sector. Y esto complica mucho la definición de soluciones de apoyo. Resultado: una (muy necesaria) solución de ayuda por el Estado para este sector tendría que basarse no en los códigos IAE, que serían la forma administrativa natural de hacerlo, sino basándose en una descripción de actividades y referencias.

Y en el contexto actual, si algunos sectores de actividad son identificables con el sector MICE y pueden pedir que “todas las empresas identificadas por tal código IAE” puedan extender el ERTE por fuerza mayor, el sector audiovisual no es identificable, pero tiene que pedir ayuda.

Por qué es importante

Cada empleo se tiene que proteger, pero además de esto, tenemos en eventos un saber hacer, una excelencia. España es una fuerza increíble en este sector, el tercer país del mundo, con Barcelona en cuarta posición entre las ciudades a nivel mundial (según ICCA). Estamos en el podio a nivel mundial en pocos sectores, tenemos que proteger esta excelencia, que podría quedarse diezmada si desaparecen muchas empresas de este sector.

Pero más allá, este tejido de empresas supone creación de cultura, de dinamización de la actividad de las empresas, difusión del conocimiento en congresos, etc. Es importante permitirles quedar a flote, por el bien de la sociedad hoy y de la reactivación económica que tenemos que llevar a cabo.

Somos familia, somos eventos, tenemos que apoyarnos entre todos. No solo los audiovisuales sufren, está claro, muchas otras empresas (además de los autónomos, más invisibles aún…) lo tienen muy complicado. Una solución -extensión ERTE y otras medidas que pide APAC- es necesaria para los audiovisuales y para cualquier segmento del mundo de los eventos. #somoseventos.

 

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