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La saturación turística y nuestro sector

La saturación turística y nuestro sector

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Eric Mottard
¿Cuánto pesa nuestra industria?   Los organizadores se mantienen optimistas para el 2025 pero piden más flexibilidad El mercado de incentivos mira al 2025 con optimismo, sin euforia
Escribo estas líneas desde el sureste asiático, y no creo haber visto aquí a una sola persona a la cual le haya dicho que vengo de Barcelona sin que me comente la famosa acción con las pistolas de agua. ‘You come from Barcelona? Ahhh you don’t want tourists’ fue el comentario de un taxista ayer mismo. Pocas veces habré visto una acción tan impactante a nivel internacional. Así que me pregunto qué impacto tiene el contexto actual de hiperturismo en nuestro sector. Es un momento complejo pero apasionante. Unos aprendizajes y reflexiones.

El poder de la imagen, una vez más

No sé cuánta gente tenía pistolas de agua en esta acción, pero supongo que serán unas decenas. Pues estas personas habrán tenido más impacto mediático que una manifestación de decenas de miles de personas, a nivel mundial. Otra vez vemos el increíble poder de la imagen para impactar, para comunicar. Y puesto que trabajas en comunicación, este poder de la imagen es algo a recordar. Si quieres impactar, piensa en qué podrá salir en 15 segundos en redes sociales, no en cómo argumentar tus puntos de forma racional.

La estupidez de la imagen, también

El sobreturismo es innegable, y el cansancio de los ciudadanos se tiene que entender. Ahora… que la imagen de Barcelona que circule en el mundo sea la agresividad de una pistola (sí, la gente lo ve como un gesto agresivo, aunque obviamente no había violencia efectiva ni voluntad de hacer daño), es muy dañino. No es la imagen que España o Barcelona, país y ciudad abiertas, quieren dar al mundo. Solucionar este tema depende de políticas, no de sugerir que España odia a los turistas o los quiere atacar. Es sin duda una imagen absolutamente nefasta de la ciudad y del país.

Un problema real a afrontar

Hay un malestar evidente, en Barcelona, Mallorca, Canarias, Ámsterdam, Venecia y muchas otras ciudades del mundo. Lo tenemos que entender, reconocer, y no pensar que solo diciendo que “el turismo crea empleos”, lo acallaremos o solucionaremos. Una población que pierde su ciudad, que no puede pagarse su vivienda mientras florecen los pisos turísticos y hoteles, que paga al doble de precio por su caña o que escucha a jóvenes borrachos cantando por la noche… no se tranquilizará pensando que por lo menos hay trabajo (además trabajo de calidad a menudo baja). Encontrar un equilibrio es sin duda una de las preguntas de política pública más importantes que tendrán que solucionar las ciudades y regiones en el futuro inmediato.

Aparecen muchos tipos de acciones

Algunos destinos educan a los turistas para que se porten bien y no provoquen cansancio en la población local. Repasemos algunos ejemplos:

  • Mallorca multa a los turistas que van sin camiseta por la calle.
  • En Portugal se prohíbe aparatos de música en la playa (multas de hasta 36.000 euros).
  • En Roma se prohíbe comer cerca de las fuentes públicas o en las escaleras…
  • En Japón se han definido zonas libres de selfies (¡hay que confesar que estar detrás de un aspirante a influencer en un sitio turístico acaba siendo un sufrimiento!).
  • Además de haber restringido Airbnb y las nuevas aperturas de hoteles, Amsterdam pide en su comunicación que los jóvenes ingleses no vengan si es para fiestas y drogas (queda por ver el éxito de esta comunicación, que casi podría ser contraproducente).
  • Muchos destinos establecen un coste de entrada, desde Venecia con sus 5 euros hasta Indonesia que pide unos 35 euros para entrar.
  • Una solución interesante es el hecho de animar los turistas a visitar las zonas menos concurridas, algo que Japón hace en su comunicación.
  • Pero como siempre ganan los daneses: los visitantes a Copenhague que lleven a cabo actividades ecológicas como recoger basura o usen el transporte público pueden ganar comida típica gratis o excursiones.

Nuestro sector, parte de la solución

Parecerá oportunista decir que somos parte de la solución… pero es innegable. Nuestro segmento no es de borrachera, de turismo masivo, de turistas ruidosos. Como sabéis, es un turismo de profesionales, generalmente de poder adquisitivo medio-alto, que no ocupa el destino cuando los otros turistas están aquí, que a menudo va a zonas menos concurridas que las playas abarrotadas, con lo cual no saturan. Incluso como vimos en nuestro último número de eventos Magazine, crecen los eventos en el campo, una manera de diversificar destinos y apoyar a zonas que lo necesitan. Es evidente que la sostenibilidad del modelo turístico de mañana tendrá que incluir más turismo MICE. No decimos más, puedes ver aquí la argumentación del valor del mice para los destinos.

El legado económico-cultural-social- medioambiental es una noción más importante que nunca

Nuestro éxito a medio plazo será mayor si también aporta un valor positivo, más allá de ser complementario del turismo general o de no saturar los destinos. Las acciones de RSC son muy positivas para que el MICE sea visto de forma positiva; las conexiones con el mundo educativo, económico y empresarial son importantes para que el ecosistema local pueda salir beneficiado del hecho de que tal congreso o tal feria venga al destino. Tenemos una oportunidad enorme de mejorar el mundo y de mejorar nuestro sector de paso.

Es un momento clave. Tenemos que conectar con la administración, recordar nuestro valor, nuestra aportación, conseguir políticas más favorables, apoyo público… y ayudar a mantener la enorme actividad que supone el turismo, pero de forma mucho más cualitativa.

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