La AFE predice un “fantástico” final de año ferial (pero no cabe descansar)
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Good news: la AFE destaca “un alto grado de ocupación de los recintos feriales y elevadas cifras de expositores y visitantes”, lo cual les lleva a esperar “un fantástico final de año en materia de actividad ferial”. Esta noticia es la confirmación de una tendencia que se ha visto en el primer semestre, con la vuelta de importantes ferias y de altas ocupaciones. Los miembros de AFE contabilizaron más de 200 ferias en este primer semestre, y el segundo mantiene una dinámica similar. Según la asociación, “el ejercicio se aproximará a los números registrados en los últimos años prepandemia y la total recuperación del sector se alcanzará previsiblemente en 2023”. El presidente de AFE, Xabier Basañez, comenta: “nos vamos aproximando al número de eventos prepandemia y el sentir de los diferentes operadores es muy positivo”.
Reactivación ahora confirmadísima
Los datos hablan, y si algunas ferias están muy ligeramente por debajo del nivel pre-pandemia, ya muchas lo han sobrepasado. Juan Martínez, responsable de eventos de Feria Valencia, comenta que la feria Habitat acaba de cerrar con 48.000 visitantes, un crecimiento del 30% vs el 2019, y el 2023 pinta bien. “Estamos incluso con expectativas iguales o superiores al 2019, en muchas ferias”. Otro dato interesante sobre la resiliencia de esta industria, que nos confirma Juan: ningún certamen ha desaparecido por la pandemia, todos han vuelto.
El director general de IFEMA Juan Arrizabalaga confirma que la recuperación está siendo muy fuerte a nivel de expositores, aunque desde el punto de vista de los visitantes, este año ha costado un poco más por Omicron. Pero la recuperación está aquí, sirva como ejemplo Fruit Attraction que ha incrementado sus expositores un +8% vs 2019.
A veces la reconquista se ha basado en la voluntad de celebrar eventos incluso en contextos todavía complicados. FITUR ha puesto nuestra industria en la prensa generalista como un momento de reactivación simbólica muy visible. Pero difícil no mencionar Nebext cuyo director Albert Planas nos cuenta que el hecho de que su empresa haya tomado un papel pionero, realizando el primer gran evento con tests (TIS de Sevilla que te contamos aquí) o la primera feria tras la pandemia (Rebuild) ha contribuido a construir confianza en su compromiso con las industrias que sirven. La feria es un punto de encuentro de negocios, pero también simbólico y anímico, para una comunidad que entonces estaba especialmente dolida.
¿Alertas macroeconómicas? La microeconomía sigue fuerte
La salud de las ferias depende de la salud de la economía y aquí, a pesar de las advertencias de nubarrones, el consumo y la confianza siguen estando allí. Tomando un sector en el cual Nebext tiene una feria (HIP), comenta que, en septiembre 2022, el consumo en Horeca está más alto que incluso en septiembre 2019. “Hay unos índices macro-económicos que indican alertas (tipos de intereses entre otros) pero a nivel micro estas alertas no han llegado, el consumo está fuerte y las empresas siguen contratando”, comenta Albert Planas (Nebext).
El VUCA sigue, y se aplazan ciertas decisiones
Estamos mejor, mucho mejor… pero no se ha vuelto fácil o predecible la actividad. Según nos comenta Alberto Alonso, director de Feria de Valladolid, “hemos salido de la pandemia, pero el negocio tiene sus retos. Guerra de Ucrania, energía, suministros… afectan a cualquier industria y por tanto a la actividad ferial”. Según comenta, “las ferias de público funcionan muy bien, estamos cerca de los niveles pre-pandemia. En B2B, hay sectores más atentos a la coyuntura, que en ciertos casos aplazan la decisión de participar, por ejemplo, en casos de cadenas de suministro complicadas.” Juan Arrizabalaga (IFEMA) confirma que las incertidumbres existen y afectan la actividad, desde la geopolítica mundial que lleva a restricciones y en comercio, las cadenas de suministro… Vemos fuerte el principio del año, pero luego las tomas de decisiones tardan un poco más por las dudas económicas”. Sabes que la incertidumbre no es amigo de los negocios. Y Albert Planas incluso opina que han tenido más impacto los problemas en la cadena de suministros que la guerra en Ucrania. Y estas cadenas siguen siendo un reto en industrias como la robótica, la automoción, la electrónica, los componentes… Pero según comenta, en el caso de sus eventos, no ven empresas que aplazan su decisión de contratar.
Por su parte, Feria de Valladolid se prepara para recuperar su número de ferias normal, además de consolidar su estrategia de apostar por ferias nacionales e internacionales más allá de las regionales… pero es difícil hacer una previsión precisa, comenta Alberto.
De todas formas, estamos ya a prueba de balas, y la incertidumbre es parte de la vida de este sector. Preguntado sobre la impredecibilidad actual y su impacto en el negocio, Albert Planas (Nebext) recuerda que ya estamos entrenados: “estamos desde hace 3-4 años en estos entornos en los que todo es incertidumbre -quien sepa navegar y tenga objetivos claros, sabe salir adelante-. Tendremos que luchar y adaptarnos siempre.
El dolor de cabeza: la inflación
Nos lo confirman TODAS las voces entrevistadas: la inflación es el mayor reto actual de este sector. Juan Martínez confirma: “nuestro primer proveedor ya es la proveedora de electricidad, como probablemente lo es para cualquier recinto ferial de España. Y cuesta repercutir las subidas de precios, con lo cual hay una erosión de márgenes”. Juan Arrizabalaga confirma que “solo puedes trasladar parte de los costes así que hay que ganar eficiencia en el resto para mantener la profitabilidad”, lo cual su organización hace con ayuda de la tecnología.
La paradoja: el factor humano, más que la tecnología, herencia de la crisis
Esto es probablemente lo más sorprendente de esta recuperación: durante dos años de pandemia, hemos repetido todos que lo digital había llegado para quedarse, que hemos hecho un master en digital y que parte de esta nueva comunicación se quedará. Pero todas las voces entrevistadas confirman que la herencia de la crisis no habrá sido tecnológica sino humana: “la vulnerabilidad nos ha humanizado más. Somos más conscientes de nuestra humanidad y de la necesidad de hablar, vernos, crear confianza, para hacer negocios”, comenta Albert Planas. ¡Qué paradoja que la crisis al final podría haber tenido más impacto analógico-humano que digital!
Alberto Alonso confirma este triunfo de lo humano y este impacto limitado de la tecnología en la experiencia ferial. “nuestros clientes han reforzado la idea de valor que aportan las ferias. El contacto cara a cara es insustituible. Luego a través de innovación, podemos hacer eventos más divertidos, pero el contacto humano se asienta como la base”. Y la experiencia en sí no cambia mucho: “la digitalización nos ayuda mucho, pero cuando la gente llega a la feria, no ha cambiado mucho. Hay ponencias en streaming, pero la experiencia sigue principalmente presencial”.
Pero queda mucho partido en digitalización
¿Qué queda de la digitalización, de la idea de ferias híbridas que se anunciaba como el “nuevo normal”? Según Juan Arrizabalaga, “todos tenemos ferias planteadas de forma híbrida” pero la hibridación se aplica mucho más al acceso a distancia a contenidos formativos del evento, que al contacto comercial. Cuidado: no ha acabado el partido. Juan Arrizabalaga hace un paralelismo con los primeros años de internet: nadie pensaba que compraríamos ropa o comida por internet… y con tiempo ha llegado. “Esto no ha hecho más que empezar, y la hibridación será cada vez mayor”, comenta, recordando que la hibridación no ha sido una evolución sino una obligación, sin que la tecnología evolucione al ritmo suficiente… pero dentro de 10-15 años la tecnología habrá.
La AFE integra también un nuevo socio colaborador: Montecolino Ibérica, empresa de moquetas, alfombras, césped artificial y accesorios, que tiene su sede en Paterna (Valencia) y cuya matriz está situada en Italia.
Y siempre viene bien recordarlo: las ferias comerciales en España generan un impacto anual de 13.000 millones de euros (impacto directo, indirecto e inducido), una contribución al PIB nacional de 6.500 millones de euros y la generación de 123.000 empleos directos e indirectos.