Jean Nouvel presenta el Renaissance Barcelona Fira Hotel
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«Un paraíso natural de 110m de altura»; era el objetivo de Jean Nouvel y José Ribas de Ateliers Jean Nouvel y Ribas&Ribas, responsables del diseño del Renaissance Barcelona Fira Hotel, cuando crearon este establecimiento ubicado en la plaza Europa de L´Hospitalet.
Ambos quisieron detallar a la prensa las particularidades de este hotel-jardín con una presentación el pasado 9 de mayo que contó con la presencia de las autoridades, además de Manuel Vallet, Presidente de Hoteles Catalonia, y Michel Miserez, representante de Marriott International.
Nouvel destacó que el hotel fue ideado «para adaptarse perfectamente a Barcelona y a su clima»
El Renaissance pertenece al portafolio la cadena estadounidense y está gestionado por Catalonia, propietaria del establecimiento.
El sonido de los flashes acompañó permanentemente al ganador del Pritzker, que acaparó todo el protagonismo y se mostró muy orgulloso de su creación, un proyecto que ha durado siete años.
Nouvel, autor de una obra muy ecléctica, destacó por encima de todo que el hotel fue ideado «para adaptarse perfectamente a Barcelona y a su clima».
Las palmeras, protagonistas
La buena arquitectura, según adoctrinó el francés, es la que permite que con un solo detalle se vea dónde se está. En ese sentido, señaló que en el hotel hay varios guiños a la arquitectura barcelonesa.
El sótano cuenta con 11 salones modulables con un total de 1.200m2 para eventos
La identidad, el tema central del establecimiento, explicó Nouvel, son las palmeras, una referencia a Barcelona y al Mediterráneo.
Estas están en todas partes, empezando por el sótano, dedicado a los eventos, que está organizado alrededor de un patio con estas especies y cuenta con 11 salones modulables con un total de 1.200m2 para eventos.
La obsesión por las palmeras también se extiende a las habitaciones; en varias, hay unas lámparas estilo años 70 con dibujos de palmeras que proyectan sombras de ramas por la habitación.
El visualmente impactante jardín vertical recubre dos torres de 110m de altura
Estas lámparas, que giran suavemente al ritmo que marca la temperatura de un sensor, son para Nouvel y Ribas un elemento básico que evoca disfrute y quietud. Para el francés, «en toda arquitectura, los pequeños placeres evocados de la luz son muy importantes».
Jardín vertical de 110m de altura
La integración de la naturaleza en la estructura arquitectónica del edificio es total. Cuenta con 293 palmeras de diez tipos diferentes y 30 especies vegetales procedentes de los cinco continentes.
El visualmente impactante jardín vertical recubre dos torres de 110m de altura unidas por un restaurante panorámico y una terraza mirador.
Además de la naturaleza, el hotel destaca por su dualidad cromática en blancos y negros, que se extiende a sus 357 habitaciones, divididas en deluxe, superior, premium, junior suite y suites.
Temperatura ambiente y ´la zona oscura´
Además de luz natural, Nouvel es también un enamorado de la temperatura ambiente. «Lo primero que hago al llegar a un hotel es apagar el aire acondicionado», aseguró. Es por ello que todas las habitaciones del Renaissance cuentan con ventanas que pueden abrirse.
Para Nouvel, los tonos oscuros, lejos de quitar calidez a la cámara, las hacen «más eróticas»
Tres de las fachadas del hotel son blancas, mientras que en la única que no cuenta con luz directa, la Norte, Nouvel y Ribas han ubicado sus ´habitaciones negras´, de tonos más oscuros y con amplísimas cristaleras en la pared exterior, recubiertas por dibujos de palmeras.
Para Nouvel, los tonos oscuros, lejos de quitar calidez a la cámara, las hacen «más eróticas».
En cuanto a los espacios comunes, el Palmer Restaurant, ubicado a 50m de altura en la planta 14 ofrece cocina mediterránea a cargo del chef Lluís Benavent.
A la terraza-mirador El cel, a más de 100m de altura en la planta 27, se llega tras un vertiginoso viaje en los ascensores de paredes transparentes. Cuenta con una piscina negra de 21m y bar.
