Icebreakers para dinamizar y animar un evento virtual
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Antes de decidir el icebreaker idóneo es necesario reparar en cuál es el hielo a romper, o lo que es lo mismo, cuál es el objetivo que hay detrás: facilitar que los participantes se presenten y se conozcan, aumentar la energía del grupo, crear un ambiente propicio de participación, mejorar el trabajo en equipo, explorar ideas sobre un tema… En segundo lugar, conviene pensar si existe algún obstáculo que pueda dificultar el éxito de la actividad, como el idioma o cultura diferente. En este sentido, es recomendable alejarse de actividades o temas que puedan causar ofensas inadvertidamente, por ejemplo con las traducciones automáticas.
Normalmente estas actividades suelen tener una duración corta de entre unos 5 a 15 minutos y pueden utilizarse tanto al inicio como en medio de la sesión para cambiar el ritmo. A pesar de su brevedad es importante una buena ejecución y asegurarse de que todos los participantes entienden las instrucciones, lo que no significa desvelar la actividad antes de la conexión virtual pues uno de los puntos más enriquecedores de introducirla es su espontaneidad y su nivel de sorpresa. En último lugar, ¡no olvides analizar las posibilidades tecnológicas! Si se podrá usar cámara web o no, o cómo los retrasos de tiempo en la conexión pueden afectar a la participación.
Con estos tips en mente, a continuación reunimos algunas ideas (simples o más atrevidas) para que pese a la distancia los participantes se sientan conectados y enganchados al encuentro virtual.
- Nube de palabras sobre las ubicaciones de los participantes al inicio de la reunión. Si los participantes están dispersos por todo el mundo al final sus respuestas crearán un collage de los diferentes lugares uniéndolos así visualmente en un mismo mapa.
- Barómetro del sentimiento general o de las expectativas del encuentro. Una encuesta simple con resultados en gráficos puede ayudar a controlar “el pulso del equipo”, conocer el punto de partida y lo que esperan los participantes de la reunión, pudiendo así satisfacer sus intereses.
- Encuestas con preguntas inesperadas que mantengan la expectativa de los participantes de cara al desarrollo del encuentro y que los obliguen a permanecer atentos hasta el final.
- El espacio mostrado visualmente empleando la cámara web. Recomendables estos recorridos de espacios donde se encuentran los participantes sobre todo para reuniones o eventos virtuales pequeños, consiguiendo así vincular a los integrantes de manera más personal.
- Terapia breve de risoterapia o ronda de chistes para crear un ambiente propicio y distendido y entrar a posteriori animados en la temática.
- Meditación guiada para conseguir reducir el estrés del grupo, pausar la mente y prepararla para un esfuerzo de concentración.
- Actividad física o estiramientos donde alguno de los participantes más atléticos podrían encargarse de dirigir un ejercicio con el que poner en marcha el sistema, encender el cuerpo y activarse por un rato.
- Gamificación, juegos con los que incentivar el espíritu competitivo, la conexión, la interactuación, el aprendizaje… Actividades lúdicas creadas adhoc, juegos online tipo Kahoot en el cual se generan preguntas divertidas o retos de adivinanzas que resolver con encuestas de opción múltiple.
- La música y el arte empleados como elementos clave de comunicación para dinamizar, emocionar, crear un ambiente, estimular sentidos… Un artista invitado en directo, músico, o en general de cualquier otra disciplina artística sorprendería a cualquier asistente. ¿Por qué no un mago que asombre con un truco de magia?
- Coffee break o chinchín online. El remedio ante cualquier bajón de energía es parar, descansar y evadirse unos minutos todos juntos compartiendo a distancia un buen café o incluso un buen vino con el que poder brindar, idealmente si cada uno visualiza la imagen del resto. Y para los más atrevidos existe la opción de asignar una temática y ¡montar hasta una fiesta de disfraces a distancia!