FITUR y sus mil y un recursos para atraer la atención en una feria
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El reclamo de la tecnología: la realidad virtual, la reina a la hora de atraer público al stand. La vimos en el stand de Galicia para recorrer de forma virtual el Camino de Santiago, para hacer parapente sobre los paisajes de León, vela en el Mar Menor, salto de ski en Corea, embarcar a un crucero Pullmantur o bucear por los fondos marinos de Filipinas. En las últimas ediciones se ha convertido en un imprescindible para las compañías aéreas para mostrar sus cabinas, las nuevas flotas o sus salas de embarque premium.
Pero el atractivo de la tecnología va más allá de ponerse una gafas VR y también hubo robots que interactuaban con los asistentes (TURESPAÑA e Iberia) o incluso una zona de facial coding en el pabellón de Andalucía que detecta los intereses del visitante según su reacción a las imágenes del destino.
Inmersiones sensoriales. Porque no todo es realidad virtual cuando queremos sumergir al asistentes en nuestra marca. Andalucía apostó por una cápsula donde ver vídeos 360º para ofrecer una experiencia de sentido envolvente. Sin embargo otros destinos no dudaron en estimular el resto de sentidos como Panamá con un stand donde se podía oír el sonido de los pájaros del país o un hórreo muy sensorial en el stand de Asturias. Los olores y sonidos del Principado reproducían los aromas de manzana y hierba del campo asturiano junto con sonidos de la naturaleza.
Animaciones y demostraciones en directo. Son un clásico que da color a los pasillos de la feria y FITUR no sería lo mismo sin los bailes típicos de los alegres destinos de Sudamérica, ver cómo se lían los habanos en el stand de Cuba, conocer el arte del origami, llevarte tu nombre en kanjis nipones, acercarte al yoga en el stand de India, sacarte una foto con un ancestro indígena de Honduras o ver en directo el arte de decoración de frutas y verduras que da color al stand de Tailandia.
Sin embargo, cada vez más stands le dan una vuelta a las actividades que ofrecen en su espacio y las hacen más interactivas. Por ejemplo Tailandía tenía un traductor a modo de karaoke que evaluaba y corregía tus dotes hablando tailandés. La pantalla del tótem reproducía una frase ayudando con la sobreimpresión de los sonidos y el visitante después tenía que reproducirlo. El sistema reconocía su voz y cómo de bien lo había hecho. Otros como Meliá recurrieron al ‘work in progress’ y a la presencia de una influencers para animar el stand y viralizar el entorno online. La artista, dj y blogger Miranda Makaroff estuvo pintando algunas de las caras del conjunto escultórico de cuatro metros que protagonizaba el stand de Meliá.
El stand de Europcar fue más verde que nunca con un córner de bicicletas que animaban al visitante a pedalear para concienciarse de cómo el pedaleo se podía convertir en energía eléctrica. Además vimos una idea para hacer pasar al público a uno de sus vehículos: montar una actividad de escapismo estilo escape room en uno de sus coches. La llamaron escape Polo (por el modelo de coche utilizado) y los que se animaron tenían que descubrir pistas dentro del vehículo para desbloquear una caja fuerte que les permitiese salir.
Stands como fuente de contenido. Lo vimos en el espacio dedicado a Expovida, la primera expo internacional de salud que tendrá lugar en Tenerife en 2020. Para presentarlo y “crear el evento”, sus promotores utilizaron tres recursos. Primero, montaron un plato de tipo telenoticias donde realizaron una serie de entrevistas con varias personas implicadas en el proyecto. Una manera de generar contenido que se podrá utilizar después (tendencia del momento). Segundo, un recurso perfectamente adecuado para hacer vivir un proyecto futuro: montaron una sala virtual, con gafas de realidad virtual que permitían pasear por la expo y la zona que se creará en Tenerife, y de otro lado una solución con tableta de realidad aumentada, que permitía al visitante pasear por el evento. Finalmente, para captar la atención, montaron una estatua grande de Evva, la imagen de este proyecto (recuerda, los corpóreos nunca fallan).
Corpóreos y arquitectura efímera para stands de impacto. Tanto si tu stand está al fondo del pabellón y quieres ser visto desde la entrada o si quieres mostrar con una sola mirada lo más representativo de tu destino, quizás los corpóreos de gran tamaño, y también las grandes pantallas de led sobre tu stand pueden ayudarte. Son un clásico, pero no fallan. La región del Algarve portugués no dudó en suspender sobre su espacio dos objetos que representaban dos de sus actividades estrella entre sus turistas: el surf y el cicloturismo (bicis y tablas de surf decorando el espacio).
El busto de un gorila con cara de pocos amigos presidía el stand de Cantabria: “estoy de mal humor porque quiero volver a Cabárceno”. Con este texto animaba a los visitantes a posar a su lado y además viralizarla con el hashtag #volver a Cabárceno. Con o sin hashtag el simio estuvo de lo más acompañado durante toda la feria con público sacándose fotos a su lado.
Eso sí, sin descuidar la zona de trabajo y visitas. En muchos stands vimos un mayor espacio dedicado para las zonas de encuentros profesionales, más mesas, sillas y bancos donde hacer más presentaciones ‘one to one’. Y además de dedicar más espacio se veía más preocupación por crear un espacio agradable, con maderas recicladas, evocando la naturaleza con plantas, suelos de césped, con texturas y materiales naturales. Un ejemplo: el stand de Madrid y su stand que evocaba el madrileño Rastro con materiales reutilizados, a modo de puesto de mercado en torno a una gran plaza central. Negocios sí, pero con calidez.
Sombra aquí, sombra allá. O lo que viene a ser negocios sin descuidar el wellness, tomarse un momento de relax, cargar pilas y seguir con el trabajo en la feria. Muchos stands incorporaron un corner de belleza o relax para recuperar la buena cara y descansar de las jornadas marotnianas en la feria: AENA contaba con camerinos para maquillaje, lo mismo que la zona de relax de Duty Free que además ofrecía puntos de recarga. Tailandia no dudó en ofrecer sus reconocidos masajes a los visitantes y muchos stands de FITUR Salud ofrecían sus tratatamientos de belleza o simplemente un masaje express para descontracturar espalda.
Y, por supuesto,algo que comer. Y como siempre, cada día a partir de las 13.30 las convocatorias de presentaciones gastronómicas, showcookings y demostraciones llenana de sabor los pasillos de la feria y de visitantes que se asoman a los stands para degustar las delicatessen locales. Pero más allá del omnipresente jamón, hemos visto cómo ofrecer una experiencia gastronómica para potenciar alguno de los recursos del destino o que la gastronomía fuera parte del contenido que ofrece el stand. Es el caso, por ejemplo, del stand de Navarra que aprovechó sus cogollos de Tudela para crear una zona de huerta que además servía para mostrar cómo se preparaba en directo esta delicia. La Comunidad Valencia dedicó un lugar protagonista dentro del stand a una gran barra de cocina donde se programaron distintos showcookings a mano de restauradores locales que mostraban cómo elaborar tapas, fideuá, demostraciones con langostinos o una masterclass de gintonics.