¿Eventos high tech o high touch?
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¿Se está viendo en eventos que la gente cada vez más demanda mayor interacción personal, contacto humano en contraposición a la fría tecnología?
Es una especie de tabú ser crítico con respecto al uso que hacemos de la tecnología, puedes enseguida sonar como un dinosaurio anclado en el pasado. Pero sí que es verdad que me encuentro con mucha gente que sostiene que nuestra dependencia de la tecnología se nos está escapando de las manos. En muchas empresas para las que trabajo, el principal problema de las reuniones internas que organizan es conseguir captar la atención de los asistentes, ya que estos están constantemente conectados a internet a través de sus dispositivos.
Yo personalmente soy un friki de los gadgets y aparatos electrónicos, así que se que puedes acabar siendo un verdadero exclavo de tus dispositivos en lugar de convertirte en un profesional orientado a conseguir los objetivos de tu evento. Realmente deberíamos usar solo la tecnología cuando sirve para apoyar y facilitar los objetivos de la reunión y facilita el contacto entre los asistentes.
¿Qué sentido tiene recibir a gente de diferentes lugares del mundo en una sala y dejarlos sentados sin que hablen entre ellos porque están absortos navegando por internet a través de sus móviles? Mucha gente piensa que es posible estar conectado y mentalmente presente en el evento, pero el cerebro humano no es especialmente bueno en el modo multitarea.
Es algo parecido a lo que ocurre cuando conduces y hablas por el móvil: estudios han apuntado que el nivel de atención es el mismo que cuando conduces bajo los efectos del alcohol. Si lo extrapolamos, una sala de reunión en la que los asistentes están hiperconectados con internet es como si los metiéramos en una sala donde corriera el alcohol y estuvieran bebidos.
Sostienes que la tecnología está siendo utilizada de manera inmadura. ¿A qué te refieres con ´inmadura´?
Cuando llegó el PowerPoint muchos estábamos fascinados con todas las características y posibilidades que nos permitía hacer en nuestras presentaciones; las saturamos cargándolas de efectos, sonidos y diseños confusos. Estábamos usando el PowerPoint de manera inmadura. Tras un tiempo, aprendimos que usándolo así en lugar de mejorar nuestra forma de comunicar los mensajes, los estábamos haciendo más confusos, con lo que fuimos progresivamente dejando de incluir efectos en las presentaciones.
Lo mismo está ocurriendo con las apps de networking, de votación, las plataformas online para compartir conocimiento y contenidos en eventos, etc. Es muy fácil dejarse encandilar por sus atractivos, enamorarse de sus posibilidades, pero, ya se sabe, cuando nos enamoramos nos cegamos.
Creo que debemos mejorar en encontrar las vias para combinar de manera más equilibrada la tecnología con el contacto humano.
¿Estamos olvidando que la tecnología es solo un medio y no el fin?
Sí, muy a menudo lo hacemos. El uso apropiado de la tecnología nos puede ayudar a mejorar nuestros eventos. Hay herramientas muy buenas para facilitar el brainsotming, para votar y hacer networking, pero como en todas las actividades que se generan alrededor de una reunión, tenemos que definir los objetivos del evento y decidir qué herramientas nos pueden ayudar a conseguirlos.
Por ejemplo, si quieres que los asistentes hagan networking entre ellos y trabajen juntos, muchas veces es mejor hacerlo sin usar la tecnología y dejar que haya contacto visual, que tome protagonismo el lenguaje corporal y haya un apretón de manos.