El Santo Grial: Roger Haskett nos desvela las claves del engagement en eventos
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Una de las situaciones más complicadas a las que se enfrenta una persona es la de llegar a un evento donde no conoce a nadie y tener que romper el hielo, comenzar a relacionarse con desconocidos. Roger nos explica que este es un momento estresante y conflictivo para el asistente. Recuerda un tema neurológico: «el dolor social y el dolor físico se sienten en la misma área del cerebro. Pero va más allá: el dolor social provoca una disminución en el cociente intelectual, ya que el oxígeno sirve para controlar los sentimientos”. Entonces, ¿cómo conseguimos que se rompa el hielo fácilmente y sin dolor? Roger aconseja una vía más suave, como haciendo vivir una animación divertida que podrá servir de tema en la conversación con los desconocidos. O mejor aún, proponiendo un quiz, un juego de preguntas y respuestas para resolver en pequeños grupos. De hecho así comenzó su sesión: de forma muy enérgica invitó a los asistentes a formar grupos de tres o cuatro personas y empezar el reto. Por lo tanto, primera clave, pon a la gente a jugar. Debemos asegurarnos de que el comienzo del evento los asistentes tengan una experiencia relajada, que amortigüe ese primer momento social.
Como actor, Haskett considera que la empatía es una cualidad imprescindible y que si mezclamos las técnicas actorales con los conocimientos educativos, conseguiremos mayor participación y más engagement. Esta es la segunda clave, el compromiso es vital para mejorar su ROI. Pero, ¿qué es el compromiso, el engagement? Parece un concepto psicológico complejo, pero Roger nos recuerda que es algo muy activo, inclusivo y contagioso, que se refleja en el cuerpo de las personas. Es algo que se puede ver: la gente se involucra, abre los ojos, mueve su cuerpo hacia delante… “Especialmente en conferencias, las personas a menudo son poco activas. En el vocabulario del sector de eventos, les llamamos «asistentes», de los que solo se espera que venga y escuchen. Tenemos que hablar de ‘participantes’, personas activas”.
Y aquí tenemos la tercera clave, empoderar a la audiencia haciéndola partícipe del evento. Las contribuciones de las personas deben ser capturadas e integradas en la experiencia, para Roger. “Lo que sucede en el escenario es tan relevante como lo que impulsa a la audiencia». La cuarta clave está en que aprendamos a crear un `flujo´ para diseñar un evento, en el que todo sea coherente, que todo encaje, que los participantes sientan que están en su mejor momento, felices, cooperativos, comprometidos: darle sentido a la experiencia.
Además de estas claves, Haskett completó sus recomendaciones con una `fórmula´ casi infalible y que se puede utilizar en cualquier contexto, más allá del evento. Se trata del SHEEMMPPSS… siglas que corresponden a los conceptos (en inglés): Story, Humor, Emotion, Excitement, Music, Movement, Play, Positive, Passion, Surprise. Y es que el tan codiciado engagement tiene beneficios en términos de negocio, mejora los resultados; de resilencia, hace que las personas lidien mejor con la adversidad; y de aprendizaje, porque está demostrado que si te sientes involucrado en algo, aprender más rápido y mejor. Sin duda, lograr este compromiso es un `must´ para cualquier evento.