El evento como nexo de unión para que distintos grupos sociales entren en contacto
Compartir noticia
Escuchar
¿Cuáles son las tendencias sociales más impactantes y a las que los organizadores de eventos tendrán que estar preparados? ¿Cómo está cambiando nuestra manera de comunicarnos y de relacionarnos?
Hay diversas tendencias interconectadas, tanto sociales como tecnológicas que tenemos que considerar cuando pensamos en cómo hacer que las personas conecten entre sí. La principal es, claramente, que en la actualidad las personas tenemos múltiples formas de estar conectados y además se hace fuerte la tendencia en que esta conexión es cada vez más inmersiva. Skype es aún un acercamiento poco real a una conversación cara a cara, pero en unas décadas la realidad virtual o aumentada será la tecnología que se integrará en los entornos profesionales y de negocios a la hora de comunicarnos.
Las reuniones y eventos presenciales tendrán un gran valor, pero cada vez será más necesario el explicar y mostrar ese valor añadido, lo que realmente aportan y marcar la diferencia entre el encuentro entre personas y la mera transmisión de información entre ellas. Realmente uno puede seguir una presentación o sesión de trabajo desde miles de kilómetros de distancia y ser totalmente satisfactoria sin necesidad de estar en la sala. Sin embargo, es la experiencia completa y la posibilidad de establecer relaciones con otros asistentes lo que realmente sigue manteniendo la apuesta firme por los eventos presenciales. Así que, en lugar de meter a las personas a que pasen mucho tiempo en sesiones formales, meramente informativas, el cambio debe hacerse hacia ofrecer un tiempo menos estructurado, más informal a que la gente pueda conocer a otras personas de su interés de una manera que la tecnología no puede hacer.
Y otra tendencia social, que además me preocupa, es la fractura en el período de tiempo en el que las personas pueden fijar su atención sobre un tema. La capacidad de concentración de la mayoría del mundo sobre un contenido largo está acortándose de manera proporcional al boom de contenidos digitales que nos rodea. Tendremos que aprender a centrarnos en cómo conectar y captar la atención del público, porque si no, corremos el riesgo de que se desconecten o pasen a otra cosa rápidamente.
En tu sesión hablas de identidad y nacionalismos, ¿cómo crees que puede impactar en los eventos?
Verse y comunicarse con alguien en persona es esencial para generar empatía en él. Generalmente el sentimiento nacionalista entre regiones está basado en la falta de conexiones o relaciones desgastadas entre las partes, así que toma importancia el poder acercar a esas personas de manera física. Pero también es importante encontrar la manera correcta de acercar los distintos grupos. Facilitando el diálogo y no simplemente caer en lo fácil de convocarlos conjuntamente y esperar a que el azar les haga entenderse.
Por ejemplo, ese es probablemente el error principal en el que ha caído la industria tecnológica en os últimos años, asumir que aumentando las posibilidades de conectividad conducían a un mayor entendimiento entre las personas. El estar conectado también crea nuevas tensiones y desafíos que tenemos que tener presentes.
Has trabajado y analizados las mejores prácticas de un gran número de multinacionales, ¿nos puedes dar algún ejemplo que nos pueda inspirar?
Cuando se observa el sector tecnológico, vemos que las compañías más reconocidas y sus directivos piensan siempre a muy largo plazo. Google, Facebook, Amazon y otras más centran sus esfuerzos en objetivos que se materializarán dentro de varias décadas o incluso que no se legarán a materializar con el tiempo. El tener esa visión atrevida insufla en la organización una calidad y un espíritu que atrae a que grandes profesionales quieran trabajar ahí. Cuando las empresas pierden su foco en el largo plazo es cuando el interés en tu empresa disminuye y el talento empieza a abandonar el barco.