El ‘después’ de los eventos: cómo el cerebro olvida el 90% de lo que vivió y qué hacer para que no pase

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¿Por qué olvidamos tanto?
Según investigaciones en neurociencia, nuestro cerebro tiene una capacidad limitada para almacenar información de manera precisa. De hecho, se estima que olvidamos aproximadamente el 90% de lo que experimentamos, ya que el cerebro prioriza la información que considera más relevante para nuestra supervivencia y bienestar. Los eventos, aunque memorables, están llenos de estímulos, desde conferencias hasta actividades interactivas, lo que puede hacer que el cerebro se vea abrumado, llevando a una selección inconsciente de lo que se retiene.
El famoso psicólogo Hermann Ebbinghaus documentó lo que hoy conocemos como la «curva del olvido», que ilustra cómo la retención de información disminuye de manera exponencial en las horas posteriores a un evento. El fenómeno ocurre aún más rápido cuando no se refuerzan los conocimientos o experiencias vividas durante ese evento.

¿Cómo evitar que el ‘después’ se olvide?
Aunque el olvido es natural, los organizadores de eventos pueden implementar varias estrategias para ayudar a que los participantes retengan lo más valioso de lo que vivieron. Aquí te compartimos algunas recomendaciones clave:
1. Refuerza la experiencia con materiales visuales y digitales
Los eventos suelen ser una avalancha de información y emociones. Ofrecer materiales que refuercen lo aprendido o vivido, como resúmenes visuales, grabaciones de las conferencias o incluso resúmenes interactivos, puede ayudar a que los asistentes mantengan frescos los recuerdos y asimilen mejor los contenidos.
2. Crea un entorno post-evento
Uno de los momentos más importantes para reforzar la memoria es el que sigue al evento. Crear un entorno post-evento, como una plataforma en línea donde los asistentes puedan volver a conectar con lo aprendido, interactuar con los ponentes, compartir impresiones o incluso participar en actividades adicionales, puede facilitar que los recuerdos se consoliden. Las encuestas de satisfacción y las dinámicas de retroalimentación también son útiles para ayudar a los asistentes a reflexionar sobre lo vivido y a recordar lo más relevante.
3. Facilita la creación de recuerdos emocionales
El cerebro tiende a retener lo que está vinculado a una emoción significativa. Incluir actividades que generen una conexión emocional profunda con el tema del evento puede aumentar la probabilidad de que los asistentes retengan la experiencia. Una estrategia efectiva es utilizar historias impactantes o ejemplos concretos, especialmente aquellos que sean sorprendentes o dramáticos, ya que generan una mayor impresión en la memoria. Además, fomentar la interacción genuina y ofrecer experiencias sensoriales contribuye a crear recuerdos duraderos.
4.Haz uso del principio de «repetición espaciada»
Según el principio de «repetición espaciada», la retención de la información se mejora si la exposición a ella se distribuye en el tiempo. No solo es importante proporcionar contenido durante el evento, sino seguir ofreciéndolo a lo largo de las semanas siguientes. Envía recordatorios, comparte nuevos recursos relacionados o realiza seguimientos periódicos. Este refuerzo ayuda a que la información no se olvide con el paso del tiempo.
5. Involucra a los asistentes en el proceso de aprendizaje
Cuanto más involucrados estén los asistentes en el proceso de aprendizaje o en las actividades del evento, más probable será que retengan la información. Desde encuestas en tiempo real hasta grupos de discusión o juegos interactivos, la implicación directa de los participantes ayuda a que el evento quede grabado en su memoria.
6. Menos, es más: simplifica los mensajes clave
Dado que la capacidad de retención es limitada, es recomendable centrarse en pocos mensajes muy claros y significativos en lugar de sobrecargar a los asistentes con demasiada información. La comunicación efectiva prioriza la claridad y la concisión.
7. Varía las formas de transmitir el mensaje
Cada persona procesa la información de manera diferente. Combinar diferentes formatos, como vídeos, discursos, imágenes impactantes, eslóganes y debates interactivos, permite que el mensaje se fije de manera más efectiva en la memoria de los asistentes.
8. Hazlo personal y relevante
Las personas recuerdan mejor aquello que les afecta directamente. Si el comunicador explica cómo el contenido del evento tiene implicaciones personales para el oyente—ya sea una oportunidad, una amenaza, o algo que desafía sus principios—, aumentará la probabilidad de que el mensaje quede grabado.
El cerebro no recuerda todo, pero con las estrategias adecuadas, ¡puede recordar lo más importante!
Aunque el cerebro no pueda retener todo lo que se vivió en un evento, aplicando algunas de estas estrategias, se puede mejorar la probabilidad de que los momentos clave no se desvanezcan en el olvido. Los organizadores tienen un papel crucial en maximizar la retención y en garantizar que la experiencia de los asistentes perdure mucho después de que el evento haya terminado.
Recuerda que el verdadero éxito de un evento no solo radica en la experiencia vivida en su momento, sino también en cómo se mantiene viva esa experiencia en la memoria de los participantes.