El Club eventoplus habla sobre la responsabilidad y seguridad en eventos

En el tema de responsabilidad y seguridad es de lo más adecuado el dicho de más vale prevenir que curar. Organizar un evento supone trabajar con mucho personal que realiza actividades variadas a contra reloj y con riesgos importantes (altura, electricidad, alimentos…). Saber dónde empieza y acaba la responsabilidad en materia de prevención de riesgos, de cada actor, es complicado.

Solemos preocuparnos y caer en la cuenta cuando el daño ya ha ocurrido y sobre todo nos fijamos en las consecuencias legales. Pero es importante saber, como empresa ¿cuándo me pueden pedir responsabilidades? En el momento en el que un trabajador sufre un accidente laboral que le produce un daño significativo ocasionándoles secuelas irreversibles. ¿Y qué responsabilidades tendré que asumir como organizador? En caso de accidente grave tendremos que hacer frente a tres niveles distintos de responsabilidad:

– Responsabilidad laboral/administrativa: la que tras una inspección de trabajo puede desembocar en una sentencia de culpa.

– Responsabilidad civil: supone una indemnización por los daños y perjuicios que provocamos a terceros.

– Responsabilidad penal: puede llevar a penas de prisión por saltarse la normativa y poner en peligro la integridad de los trabajadores.

Fases de actuación en caso de accidente

Para llegar a depurar responsabilidades, en el momento en el que se produce el accidente se deben seguir una serie de pasos:

1. Si es un accidente grave se debe comunicar a la mutua y a la autoridad laboral en un plazo de 24 horas.

2. La asistencia de la mutua da paso a una investigación médica que hace seguimiento de la evolución del trabajador y sus lesiones. Un período que será de un máximo de doce meses de baja, más seis meses de recuperación.

Pasado este tiempo la inspección médica valorará si hay incapacidad y la Seguridad Social tramitará la pensión de invalidez.

3. Paralelamente al proceso médico se abre una investigación del accidente que revisa la evaluación previa de los riesgos de las tareas que hacía el trabajador accidentado.

4. Si se demuestra que hemos incurrido en una negligencia y somos responsables del accidente por una falta de medidas de seguridad, podemos incurrir en un recargo de entre un 30% y un 50% de la prestación de invalidez que reciba el trabajador de por vida.

Teniendo en cuenta que el de eventos es un sector donde los profesionales jóvenes somos mayoría, supone muchos años de vida laboral los que una empresa tiene que asumir la capitalización de esa pensión.

Viendo esta situación queda claro que hay que pasar de hacer una prevención a reacción (no acordarnos cuando ya ha ocurrido todo y poco podemos hacer), a una prevención proactiva. Pero ¿cómo lo hago? ¿Qué normativa debo conocer? Hay dos indispensables: el Real Decreto 171/2004 y el artículo 24 de la Ley de Riesgos Laborales en materia de coordinación de actividades empresariales.

Hablamos de actividades concurrentes porque en el día a día de nuestra actividad alquilamos un venue, como agencia también podemos subcontratar otras empresas o autónomos que a su vez son proveedores del servicio de audiovisuales, catering, decoración, montaje, etc. aumentando el riesgo de accidente cuanto más trabajadores se concentren en un centro de trabajo, en este caso el venue del evento.

En esto casos de concurrencia de actividades empresariales se impone la cooperación e información de los actores implicados para informar y formar a los trabajadores sobre los riesgos específicos de la actividad y que se pueden encontrar en el área de trabajo, de cómo actuar en caso de emergencia en las instalaciones, etc.

En esta concurrencia en la actividad aparecen dos figuras a tener en cuenta: el empresario titular y el principal. En nuestro ámbito de los eventos, el empresario titular, que es «la persona que tiene la capacidad de poner a disposición y gestionar el centro de trabajo», puede ser el dueño del local o espacio donde celebremos un evento. Por su parte, el empresario principal es el que «contrata o subcontrata con otros la realización de obras o servicios correspondientes a la propia actividad de aquél y que se desarrollan en su propio centro de trabajo», como puede ser una agencia organizadora o un proveedor de servicios de catering que contrata a camareros para el día del evento.

Fueron estos dos agentes los que levantaron más interés a los miembros del Club durante las sesiones. De las relaciones que surgen entre estas dos figuras, las obligaciones que tienen cada una en función de si una de ellas contrata y subcontrata a su vez a otros trabajadores, se basó el debate y el tiempo de preguntas de los asistentes del Club, que mostraron su interés y sus dudas por el tema: ¿el cliente corporativo final tiene responsabilidad en la seguridad del evento?, ¿qué ocurre si el accidentado es un trabajador del cliente corporativo?, ¿qué ocurre si el evento es en el extranjero con empresas concurrentes españolas y extranjeras?, ¿y en el caso de un accidente en la visita de prospección cuando todavía no se ha cerrado el evento y no se ha firmado un contrato de prestación de servicios?

Visto el interés que despertó el tema y para que todos estemos al día de la normativa y procedimientos que se exigen en este ámbito, estamos preparando un white paper sobre responsabilidad y seguridad en eventos, que recogerá la normativa y documentación a tener en cuenta así como algunas aplicaciones prácticas. No dudes en hacerte del Club eventoplus para estar al día de todos los temas que te interesan del sector eventos.

Agradecimientos: Damos las gracias a Europreven y Fahrenheit Consultores; al Hard Rock Café de Madrid y al {ms_256} por acoger el evento y a los fotógrafos {ms_1099} (Madrid) y {ms_2830} (Barcelona) por inmortalizar los mejores momentos.