Cronología de una trayectoria empresarial: Medems Catering, anécdotas y vivencias del final del siglo XX
Compartir noticia
Escuchar
Artículo firmado por Michel de Fuentes
Gracias a Internet en este mundo multi comunicado, todos sabemos qué eventos se han organizado durante los últimos 15 años, quién los ha organizado y qué catering los ha servido.
Pero antes de la llegada de las redes y de que Internet se convirtiera en un soporte de información accesible a todos, existió un mundo “anterior”: “La prehistoria del evento”. Estoy hablando del estallido del mundo de los eventos a raíz de la llegada de la democracia y que empezó a plasmarse sobre todo a partir de los años 80, con la famosa movida madrileña. Barcelona, más burguesa y formal, venía por detrás apretando fuerte con el “boom” del diseño en todas sus facetas: moda, mobiliario, diseño publicitario, etc. Todos recordáis la famosa expresión de: “¿¿¿¿Estudias o diseñas……?????”
A mi entender, en términos cronológicos, las empresas de catering se dividen en 3 grupos:
- Un primer grupo muy numeroso de empresas de reciente creación, digamos de los últimos 20 años, ya que, a partir del 2000, España, Barcelona, Valencia y Madrid han tenido un gran desarrollo económico.
- El segundo grupo, digamos los históricos, que nacimos al fragor de la explosión cultural y económica que se vivió en España desde los años 80. Este grupo lo conforman fundamentalmente empresas antiguas como la Eneldo inicial, fundada por Solín Oriol, Carmen Goizueta y Maruca Vega de Seoane; la Cococha, dirigida por Rocío Gandarias, Isabel Maestre, Pocheville; y Medems Catering, iniciada por mÍ como camarero en 1980.
- Y, finalmente, el grupo de los Super Antiguos, conformado fundamentalmente por el restaurante Horcher, por su hermano pequeño el Club 31, y por dos cadenas de pastelería como Mallorca y Mónico.
Es posible que se me escape alguna empresa más, y ruego me disculpéis.
En lo que a mí y a Medems Catering se refiere, que pertenecemos al segundo grupo, hemos vivido momentos muy emocionantes, que os quiero relatar con una serie de fotos que os voy a mostrar de eventos más o menos puntuales, pero que han marcado la vida de nuestra empresa y que son reflejo de la historia de nuestra ciudad y por ende, sin querer ser pretencioso, un poquito de la historia de nuestro país.
Entré en este mundillo con 16 años en 1980, en segundo de BUP en el Liceo francés, trabajando como camarero a domicilio en casas particulares para ganar dinero de bolsillo, hasta que acabé la carrera de Económicas en la Complutense, con 25 años.
Igual que todos vosotros, hemos vivido mil y una anécdotas divertidas e impactantes. Os voy a citar, algunas de las que hemos vivido durante esos últimos 20 años del siglo XX pasado, y que es posible muchos no conozcáis.
Por eso creo interesante compartir con vosotros, y sobre todo con los de reciente incorporación al sector, curiosidades interesantes como si de un NODO del antiguo régimen se tratase, pero en versión “primeros años de la democracia”, que tenemos la fortuna de disfrutar, aunque en estos últimos años se está ensombreciendo con bastantes claroscuros.
Os cito algunos en plan rápido:
- El alumbramiento de Telemadrid, en cuya celebración en los locales de la calle Espronceda anexos a la AGENCIA EFE tuve la oportunidad de servir de camarero.
- Servir a Isabel Preysler cuando estaba “liada” con el ministro de economía y hacienda Miguel Boyer antes de que saliera a la luz pública, en fiestas organizadas por personajes muy significativos de la famosa beautiful people de Madrid y que he tenido la oportunidad de conocer muy de cerca.
- Servir almuerzos al equipo de presidencia del grupo inversor KIO, que escondían detrás de esas letras unos personajes de Kuwait, de modales y costumbres extraños para nosotros, cuyas caras nadie conocía y que eran prácticamente invisibles, todo lo contrario a las famosas torres KIO de la Plaza de Castilla.
- Servir almuerzos secretos con varios implicados, que terminaron en la cárcel, en pleno escándalo del Ibercorp.
- Anécdotas divertidas como cuando vino a España la famosa actriz de la serie de televisión Los vigilantes de la playa Pamela Anderson, promocionando una nueva pizza en el Pizza Hut de la Gran Vía, y a quien le hicimos un catering privado en la trastienda, ¡¡¡evidentemente sin pizzas…!!!
Lo más divertido fue que me regalaron un póster de cartón piedra y tamaño natural de Pamela Anderson. Por supuesto no pude resistirme, y me la llevé encima de mi Vespa desde la Gran Vía hasta nuestro edificio. La tuvimos colgada en la pared de la oficina durante muchos meses, orgullosos de tener una “Diosa de almanaque”. Imaginaros la cara de la gente por la Gran Vía, viéndome llevarme a Pamela Anderson en una vespa conmigo.
- Otra anécdota increíble, fue la propina más gorda que hemos recibido: la que nos dio el sultán de Bruney durante la boda en 1995 de la infanta Elena en Sevilla. El Sultán, por aquel entonces el hombre más rico del mundo, estuvo alojado durante 3 días en la Hacienda Benazuza. Los dueños de dicho hotel de la cadena Relais y Chateaux buscaron por toda España los mejores camareros que hubiera, y enviamos a cuatro camareros y 3 doncellas (como las llamábamos en la época) para el servicio personal del Sultán. Los candidatos que propusimos tuvieron que pasar varias pruebas de idiomas, de técnicas de hostelería, de cultura general, de educación, y la última prueba de selección tuvo lugar en el hotel Wellington de Madrid, a la que Luis (mi socio) y yo les acompañamos.
Al final de su estancia, les dieron de propina 35.000 dólares de la época, es decir 5.000 dólares a cada uno. Todo ello, al margen de su sueldo de 110.000 pesetas, lo que hoy podría ser, unos €1000 por trabajar esos 3 días, lo cual ya era un dineral. Para que os hagáis una idea, de lo que 5000 dólares representaban en la época, uno de los camareros se compró un Opel Corsa al contado.
Evidentemente a los 7 camareros se les trataba como auténticos marajás: estaban alojados en un Hotel de 4 estrellas, tenían un van con chófer para ellos, y por supuesto, fueron a Sevilla en compartimento Club Al Ándalus en el AVE.
- Otra anécdota curiosa fue cuando casamos a Miguel Ángel Gil, en la finca familiar de Extremadura, con más de 400 invitados, en que su padre Jesús Gil, por aquel entonces presidente del Atlético de Madrid, decidió que él iba a cenar algo “más ligerito” que el menú de la boda, y que le hiciéramos una tortilla francesa, y “el tío” se quedó tan fresco.
- También recuerdo el bautizo gitano del primer hijo del cantante del grupo Ketama Antonio Carmona y su mujer Mariola Orellana en el chalet de Piédy Aguirre en el Parque Conde de Orgaz, (por cierto, hermana de Esperanza Aguirre) y que era socia de Mariola de la sala de conciertos Caracol que había al lado de Atocha. Aquello que inicialmente era un bautizo numeroso para la época con 80 invitados, se convirtió en una fiesta salvaje de 200 personas que duró hasta el día siguiente, y en el cual montaron fogatas en el jardín, grupitos de flamenco en cada esquina de la casa, y todo tipo de locuras absolutamente geniales, y con invitados súper atómicos como Bibi Andersen en su periodo de mayor esplendor y gente de la farándula de la época.
- También recuerdo, lo que llamamos en nuestra empresa “el catering del día anterior “. Una marca de moda muy importante, con tienda en la calle Serrano, organizaba una fiesta para 300 personas en el Jardín Botánico. Su director de comunicación nos llamó a las 15:00 preocupado porque no habíamos llegado con los camiones a descargar todavía, y el evento empezaba a las 7:00 de la tarde. El pobre se había equivocado totalmente de día, y en todos los mails y toda la documentación salía que era al día siguiente. Tuvimos que improvisar un cocktail en 4 horas, para salvarle la cabeza, porque iba a ser automáticamente despedido…!!
Volviendo atrás y para seguir contándoos mi trayectoria, mi salto de camarero a catering surgió en 1988, cuando me ofrecieron montar el catering del stand de Siemens en la feria de material eléctrico MATELEC, durante 5 días. Compré todo el alimento en el supermercado alemán Fass de la calle Concha Espina, compré material de menaje de la marca Cartuja de Sevilla, toda la bebida en Makro, y el equipo de camareros éramos, lógicamente, mis 2 compañeros más directos y yo.
En ese momento, al ser mi primer cliente de empresa, me tuve que dar de alta en autónomos para poder facturar legalmente. Por lo tanto, desde 1988 hasta 1993 gestioné la empresa como autónomo. Entre tanto, en 1989 entró Luis González – Mesones como camarero y, viendo que era una persona muy seria y minuciosa, le pedí si podía simultanear sus estudios por la mañana con trabajar ayudándome en la oficina con la gestión de la empresa. Unos años más tarde, en 1993, nos convertimos en socios de la sociedad limitada que actualmente seguimos dirigiendo. Suelo decir que este fue mi primer matrimonio, y en segundas nupcias me casé con Inés mi mujer que, incomprensiblemente, 24 años más tarde me sigue aguantando.